Los azules superan (2-0) al Alavés y logran su tercera victoria consecutiva en el Carlos Tartiere
*Manu Busto y Rubiato, éste de penalti, anotaron para los de Pacheta
Real Oviedo, 2; Deportivo Alavés, 0
ALINEACIONES:
Real Oviedo: Aulestia; Víctor Díaz, Jorge Rodríguez, Negredo, López Ramos; Xavi Moré (Gonzalo, minuto 87), Pascual, Aitor Sanz, Nano (Juanma, minuto 80); Manu Busto (Jandro, minuto 69) y Rubiato.
Deportivo Alavés: Dituro; Guereñu (Indiano, minuto 69), Igor Cuesta, Morcillo, Moya (Jito, minuto 55); Óscar Martínez (Casares, minuto 69), Ibon Gutiérrez, Alaña, Óscar Rico; Salcedo y Geni.
ÁRBITRO:
Vidal Araujo, perteneciente al Comité Gallego. Amonestó a los locales Pascual, Jorge Rodríguez y Aitor Sanz, y a los visitantes Morcillo, Ibon Gutierrez e Indiano, así como al técnico Tomé. Expulsó con roja directa a Dituro en el minuto 78.
GOLES:
1-0, minuto 13. Manu Busto, con la derecha, se adelanta a Dituro en su salida.
2-0, minuto 79. Rubiato, de penalti
INCIDENCIAS:
Encuentro correspondiente a la trigésima jornada del campeonato de Segunda B, disputado en el estadio Carlos Tartiere ante 8.557 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terremoto de Japón.
El Real Oviedo confirma su mejoría. El conjunto azul se impuso esta tarde (2-0) al Deportivo Alavés, que llegaba al Carlos Tartiere como líder del grupo, en un partido que tuvo prácticamente controlado en su totalidad y en el que hizo gala de una intensidad muy alta en cada acción.
Los oviedistas acumulan ya cinco jornadas invictos y tres victorias consecutivas que le han permitido escapar de la zona peligrosa de la clasificación y sumar 39 puntos, 10 de ventaja respecto a los puestos de descenso directo.
El “efecto Pacheta” continúa su curso y el sábado tendrá una nueva prueba, en esta ocasión ante la Sociedad Deportiva Lemona, que en los próximos días jugará la final de la Copa Federación de su fase nacional ante el Puertollano. En cualquier caso, el enfrentamiento liguero ante el conjunto cementero traerá al recuerdo el choque de la primera vuelta, cuando Pichi Lucas fue cesado al caer (1-2) tras dos goles de Urko Vera, actualmente en las filas del Athletic, en los minutos finales.
El preparador burgalés ya lo había anunciado durante la semana y se mostró fiel a su principio de “cuando las cosas funcionan, lo mejor es no tocarlas”. Así pues, el once inicial de esta tarde fue el mismo que hace siete días se enfrentaron a La Muela.
El partido entre Real Oviedo y Deportivo Alavés respondió perfectamente al guión preestablecido de enfrentamiento entre dos clubes que tratan de regresar cuanto antes al fútbol profesional. Al inicio de temporada, este partido podría estar marcado como una primera prueba de cara a la promoción de ascenso a Segunda División, pero la realidad es bien distinta. Los azules luchan por escapar de la zona media-baja de la clasificación, mientras que los vitorianos sí que están haciendo los deberes de la temporada y marchan en puestos de promoción de ascenso.
El conjunto de Pacheta está atravesando un momento “dulce”. El burgalés lleva cinco partidos en el banquillo carbayón y ha cambiado la dinámica tanto del equipo como de sus propios jugadores. Invicto y tres victorias consecutivas parecen argumentos suficientes para que la euforia comience a desatarse en la afición azul, que, esta tarde, volvió a llevar en volandas a los suyos durante los 90 minutos. El equipo había pedido apoyo a la grada y ésta le correspondió de manera notable, con más de 8.000 personas en las gradas del municipal ovetense.
El “método Pacheta” ha calado en el oviedismo. El técnico no quiere que sus jugadores cometan errores en las denominadas “zonas de riesgo” y les invita a emplear un juego más directo, con balones en profundidad a los extremos Nano y Xavi Moré, y a los delanteros Manu Busto y Rubiato. Estos dos últimos anotaron los dos tantos de su equipo.
El Real Oviedo inició el partido con el objetivo de llevar el peso del juego y se encontró con un Deportivo Alavés muy replegado y con las líneas muy juntas para evitar los balones en profundidad. Los de Pacheta eran superiores, trataban de jugar siempre en campo contrario y buscaban sacar provecho de las segundas acciones, bien fuera en jugadas combinativas o en saques de esquina, como la oportunidad del defensa Víctor Díaz en el minuto 11 y muy similar a la que hace quince días inauguró el marcador ante el Athletic B.
En la siguiente aproximación al área visitante llegó el primer tanto azul. Corría el minuto 13 cuando el zaguero Jorge Rodríguez optó por buscar la envergadura de Rubiato en la punta de ataque, que “peinó” el balón para la internada de Manu Busto dentro del área. El cántabro fue más rápido que el guardameta Dituro, que no llegó por muy poco a despejar, y anotó el primer tanto con mucho suspense, ya que chutó casi sin ángulo y el esférico entró ajustado al poste izquierdo.
Si Manu abrió el marcador, su compañero en la línea delantera, Rubiato, no quiso ser menos en esa faceta. El madrileño tuvo dos oportunidades, una de cabeza y otra con la derecha, pero el portero visitante estuvo muy seguro en sus blocajes.
Los primeros minutos fueron un monólogo local ante un conjunto visitante que dejaba su bagaje ofensivo al delantero Geni, con pasado en el club azul, y al extremo Óscar Rico. Este último disfrutó de la única aproximación peligrosa de los suyos en el primer periodo, pero el guardameta Aulestia estuvo muy acertado y desvió el potente golpeo realizado desde el interior del área.
Así pues, si obviamos esta ocasión alavesista, los locales dominaban el juego, que volvieron a aproximarse en dos ocasiones a las inmediaciones del portero Dituro. Ambas llegaron en dos acciones individuales de Pascual y Manu Busto. El primero chutó desviado desde la frontal, mientras que el segundo lo hizo raso tras una bonita jugada individual en el costado izquierdo del ataque.
Tras el tiempo de descanso, el partido entró en una fase más igualada, con mucha brega en la parcela central, donde destacaron Pascual y Aitor Sanz. Los locales intentaban crear peligro por los costados, donde Xavi Moré y Nano ganaban siempre sus duelos con sus marcadores y llegaban a la línea de fondo para asistir a sus compañeros más adelantados o probar fortuna en solitario. En una de ellas, el gaditano Nano golpeó con una mucha intención con su pierna derecha desde el del área, pero el balón se marchó rozando el poste izquierdo. Una acción de bella factura que se hubiera merecido acabar en gol.
El preparador visitante decidió que era hora de mover su banquillo y comenzó a sacar su arsenal ofensivo. Primero el goleador Jito en el minuto 55 y luego Casares e Indiano en el 69 dieron más mordiente arriba, aunque la finalización no era la idónea y el balón se marchaba por la línea de fondo. Alaña, Óscar Rico y los recién incorporados Casares y Jito probaron fortuna desde lejos ante la sobriedad de la línea defensiva azul, pero sus golpeos no veían portería. Y cuando la vieron, como la doble oportunidad de Indiano y Geni en el 72, el guardameta Aulestia respondió de manera eficaz.
Los azules estaban replegados en su campo y apenas pasaban minutos de agobio. Bien posicionados en el terreno de juego, con las líneas muy juntas y con las ideas muy claras, los de Pacheta daban sensación de finiquitar el partido en cualquiera de sus contragolpes y así fue. Aitor Sanz volvió a repetir por tercer encuentro consecutivo un fantástico pase interior a Xavi Moré, que le ganó en su velocidad a su marcador y se plantó sólo ante el guardameta Dituro, que no tuvo otra opción que derribarle. Minuto 78, penalti claro y cartulina roja para el argentino, que, con los tres cambios ya efectuados en su equipo, dejó su sitio en la portería al defensa Morcillo. Rubiato asumió la responsabilidad y anotó el segundo gol de la tarde con un potente zurdazo a media altura.
Como ya ocurriera en su anterior presencia en el Carlos Tartiere, el equipo brindó unos minutos finales de fiesta para sus aficionados. Su mejoría es evidente, acumula tres victorias consecutivas tanto en el Carlos Tartiere como en Liga y el nombre del técnico se coreó durante unos minutos en las gradas, dejando claro que el “método Pacheta” ya ha calado hondo en el oviedismo.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL PARTIDO ANTE EL ALAVÉS:
Manu Busto celebra su gol junto a sus compañeros Xavi Moré y Rubiato
El guardameta visitante Dituro despeja un balón aéreo en su área ante Rubiato y Víctor Díaz
Xavi Moré trata de controlar un balón ante la oposición del un rival
Manu Busto, golpeando a portería
Aitor Sanz, rodeado de varios jugadores del Alavés
Aitor Sanz controla un balón en el centro del campo
Rubiato anotó de penalti el segundo tanto local
Los jugadores azules, celebrando el gol junto a sus aficionados
Rubiato, rodeado de sus compañeros, celebra su segundo tanto consecutivo en Liga