El conjunto de Pacheta se impuso (3-0) al Vecindario gracias a los goles en el segundo tiempo de Juanma, Manu Busto y Pelayo *Candela volvió a disfrutar de minutos después de seis semanas lesionado
Real Oviedo, 3; U.D. Vecindario, 0
ALINEACIONES:
Real Oviedo: Dani Barrio; Owona, Negredo, Juanma, Nano; Xavi Moré (Abasolo, minuto 86), Aitor Sanz, Pelayo, Manu Busto; Oscar Martínez (Candela, minuto 33) y Martins (Pascual, minuto 80)
U.D. Vecindario: Santi Hidalgo; David Simón, Rubén Quesada, Achi, Pollo; Derek, Coméndez, Michel (Moisés, minuto 84), Yeray López (Ruyman, minuto 69), Oscar (Alex Ventura, minuto 69); y Yeray
ÁRBITRO:
Istúriz Latorre, perteneciente al Comité Vasco. Amonestó a los locales Xavi Moré, Aitor Sanz y Negredo, y a los visitantes Pollo, Yeray López y Coméndez.
GOLES:
1-0, minuto 61. Juanma, con la derecha, desde lejos
2-0, minuto 64. Manu Busto, con la derecha, desde el interior del área
3-0, minuto 68. Pelayo, de cabeza, tras saque de esquina
INCIDENCIAS:
Encuentro correspondiente a la novena jornada del campeonato de Segunda B, disputado en el estadio Carlos Tartiere ante 5.203 espectadores. Mañana soleada.
El Real Oviedo venció este mediodía (3-0) al Vecindario en el estadio Carlos Tartiere en un partido en el que no estuvo cómodo en el terreno de juego hasta el segundo tiempo, cuando Juanma, Manu Busto y Pelayo marcaron los tres goles que permitieron lograr la segunda victoria consecutiva en Liga en el municipal ovetense.
El técnico azul, Pacheta, decidió apostar prácticamente por el mismo once titular que el pasado domingo cedió por la mínima ante el Alcalá y únicamente realizó un cambio: el delantero Martins sustituyó al centrocampista Pascual, variación que obligó a Pelayo a retrasar su posición junto a Aitor Sanz en el doble pivote.
La derrota de la pasada jornada en Alcalá de Henares escoció mucho en la plantilla oviedista, que quería aprovechar la visita del conjunto grancanario para reencontrarse con su afición después de un irregular inicio de Liga. Quizá heridos en su orgullo o con ganas de finiquitar por la vía rápida el encuentro, el inicio de los de Pacheta se puede catalogar como bueno, como se desprende de dos peligrosos disparos de Juanma y Xavi Moré que fueron bien respondidos por el guardameta visitante Santi Hidalgo. Esas dos ocasiones en apenas ocho minutos de juego parecían presagiar un vendaval ofensivo carbayón, pero la realidad fue distinta. Sin encontrar una explicación lógica, los locales cedieron metros y retrasaron sus líneas, algo que aprovechó el Vecindario para llevar el peso del partido. En cualquier caso es cierto que los visitantes tampoco llegaban con asiduidad a las inmediaciones de Dani Barrio, que únicamente intervino para atajar un cabezazo del defensa central Achi.
Ese inesperado retroceso del conjunto local no fue bien encajado por su técnico, que pasada la media hora de partido sustituyó al delantero Oscar Martínez para dar entrada al defensa Candela, que regresaba a los terrenos de juego después de seis semanas lesionado. El cambio no fue bien recibido entre los aficionados, pero la consigna del preparador burgalés estaba clara: adelantar a Nano unos metros para tratar de aprovechar su velocidad por el costado izquierdo e intentar, de paso, que la defensa visitante se abriera un poco para que Manu Busto, ya como enganche, tuviera más espacios. Sin una excesiva mejoría en el juego ofensivo y con una mayor seriedad en las acciones defensivas, el Real Oviedo enfocó el túnel de vestuarios para recibir las instrucciones de Pacheta durante el tiempo de descanso y confiar, de paso, en que las tornas cambiaran en la reanudación.
Los minutos iniciales del segundo tiempo fueron totalmente distintos a los finales de la primera parte. Los oviedistas salieron mandones y embotellaron a los rivales en su campo. Ahí es donde más cómodos se sienten los de Pacheta, que supieron aprovechar su superioridad en las segundas jugadas para adelantarse en el marcador en el minuto 61. Juanma recogió un balón rechazado en la frontal del área y soltó un potente derechazo que sorprendió al guardameta visitante y se coló por la escuadra derecha. Un golazo, el primero del grancanario con la camiseta azul, que dedicó a su abuelo, fallecido este verano.
Ese tanto tranquilizó a los azules y minó a los visitantes, que no tardaron mucho en encajar su segundo gol. Apenas 3 minutos después, Manu Busto amplió la renta en el marcador tras batir a Santi Hidalgo con un fuerte derechazo desde el interior del área. El cántabro, que está viendo puerta con facilidad en estos primeros partidos de Liga, culminó una jugada en la que combinaron los dos extremos, Nano y Xavi Moré, y el delantero Martins, que fue quién le asistió.
Como ya ocurriera en su anterior enfrentamiento de hace dos temporadas, el Real Oviedo solventaba un partido igualado en apenas unos minutos. Y como si de un calco se tratase, el centrocampista Pelayo volvió a marcar de cabeza ante el Vecindario. El canterano batió al portero visitante con un certero testarazo a la salida de un saque de esquina en el 68.
A partir de ese instante, los locales disminuyeron su intensidad y su técnico, Pacheta, aprovechó para dar entrada a Pascual y Abasolo en detrimento de Martins y Xavi Moré, respectivamente. En el cuadro visitante, Moisés acompañó durante el tramo final a Yeray Ortega en la punta de ataque, un dúo que aunque no coincidió en el tiempo curiosamente comparte el haber vestido la camiseta azul y contribuido cada uno a un ascenso a Segunda División B.
La nota negativa al encuentro la protagonizó el defensa camerunés Owona, que, con el partido ya finalizado, abandonó el terreno de juego en camilla aquejado de una distensión en el tobillo derecho.