El nuevo técnico azul, que firmará hasta final de temporada, se muestra “orgulloso” por entrenar al equipo y reconoce que el reto es “ilusionante”
“Por mi mente sólo pasa ganar este domingo al Eibar y los jugadores tienen que estar convencidos de se va a conseguir”. Esta es la primera reflexión del nuevo técnico azul, Pacheta, que ya dirigió por primera vez esta mañana a sus nuevos futbolistas en El Requexón y posteriormente fue presentado en la sala de prensa del estadio Carlos Tartiere.
Este burgalés de 42 años de edad (Salas de los Infantes, 23 de marzo de 1968) se hace cargo del banquillo oviedista hasta final de temporada. El director deportivo José Manuel Martínez ya reconoció el pasado domingo que el futuro técnico debía ser una persona “ajena al club para que venga con ideas despejadas”. Hoy, durante la presentación de Pacheta, fue más allá y añadió que su sustituto tiene “conocimientos por su vivencia en el futbol y posterior trabajo en los despachos. Es una persona preparada, que creo que es lo que el club necesita”. Al dirigente azul le transmitió “seguridad, una ilusión importante y un conocimiento del equipo, incluso del grupo. Valoro la gente así y que sabe transmitirlo”.
Pacheta cumple todos esos requisitos. Su condición de “hombre de fútbol” queda patente tras haber jugado en categoría profesional en Marbella, Español de Barcelona y Numancia, entre otros clubes. Además acumula seis años de experiencia en el mundo de los despachos, toda vez que tras retirarse en 2003 en el club numantino pasó a formar parte de su secretaría técnico y posteriormente desempeñó la función de director deportivo, ostentando un ascenso a Primera División en la temporada 2007/08. Al año siguiente sustituyó a Sergio Kresic en el tramo final de Liga y posteriormente regresó a su cargo, donde permaneció hasta el pasado mes de junio.
Sus primeras palabras como técnico oviedista fueron un guiño al club y a la afición. “Estoy muy orgulloso de entrenador a un club como el Real Oviedo”, aseguró antes de añadir que está ante un reto “muy bonito” en su carrera deportiva porque le atrae “todo, tanto los futbolistas, como el club y la ciudad”.
Pacheta dirigió esta mañana su primera sesión de trabajo como entrenador del Real Oviedo en las instalaciones deportivas de El Requexón, donde pudo charlar con los que son sus nuevos jugadores. A ellos también les lanzó un mensaje muy claro: “Tienen que creer en lo que van a trabajar porque es la manera en la que les va a llegar el éxito”. Palabra de un entrenador que esta mañana se le pudo ver en continúo dialogo con sus jugadores. Éste parece que es una constante es su vida, aunque “cuando aparece el palo, lo hace sin control”, advierte Pacheta.
El burgalés tiene ante sí un tramo final de competición muy complicado ya que los azules marchan en la zona media-baja de la clasificación y han visto variado su objetivo inicial de luchar por el ascenso a Segunda División por uno más modesto como es la permanencia en Segunda B. Su voz pausada, con mucha tranquilidad y pensando qué decir, coincide con su forma de afrontar el futuro. No quiere prisas, prefiere centrarse en objetivos cortos porque “los objetivos largos se caen en el mundo del fútbol”.
Así, por su mente sólo pasa el próximo encuentro liguero. Su estreno será el domingo ante el Eibar, un rival siempre complicado que actualmente marcha en segunda posición. “Hay que ganar al Eibar, ése ha de ser nuestro único objetivo ahora mismo”, señaló Pacheta, que reconoció que su única preocupación pasa “por convencer a los jugadores”, que esta mañana estaban “muy animosos y expectantes”.
El nuevo inquilino del banquillo conoce a los integrantes del primer equipo. Su pasado como director deportivo le obliga a señalar que “trabajo en el mundo del fútbol y mi objetivo es conocer a los jugadores”, que en el caso de los azules es “mayor” porque vio al equipo en directo en tres partidos y otros tantos en video.
Entre los propósitos a conseguir durante su estancia en el club se encuentra que sus futbolistas empleen un estilo de juego definido. “Tienen que jugar a lo que entrenamos porque de esa forma nos va a llevar a la victoria. Quiero que el equipo sea el dueño del partido y transmita empuje y agresividad. Que vaya, que vaya a por todo”, especifica Pacheta, que aún mantiene el recuerdo de sus visitas como futbolista a Oviedo, donde “el equipo y la gente apretaba mucho. Había mucho empuje y eso contagiaba”.
El burgalés sabe de la importancia y transcendencia de pertenecer a un club como el Real Oviedo, del que reconoció que “es lo suficientemente famoso como para no tener información de él”. Cuestionado acerca del ruido de las últimas fechas debido a un posible cambio accionarial señaló que “no me preocupa nada. No puedo desgastarme ni un ápice en todo aquello que no sea pensar que vamos a ganar al Eibar. Los jugadores tienen que estar convencidos y ser felices. Eso nos va a dar la confianza de que cuando salten al campo tengan dominado los aspectos a los que se van a enfrentar”.
Por otro lado, y ante la posibilidad de que hubiera más cambios en el cuerpo técnico, el director deportivo, José Manuel Martínez, adelantó que tras la llegada de Pacheta “no se ha optado por ningún cambio, aunque no se descarta. Si tiene alguna necesidad se le dará y si algo le sobra, se le quitará. No conocía a esa parte del club y por referencia no quiere actuar”.