El Real Oviedo se marchó de vacío de San Mamés, tras un partido en el que el conjunto oviedista comenzó adelantándose en el marcador. Arrancó mejor el equipo de David Generelo que el filial del Athletic, y primero advirtió Toché con un remate desviado, para después aprovechar una falta de entendimiento entre la defensa y el portero, y fusilar el primer gol del encuentro, adelantando al Real Oviedo en el marcador. Pocos minutos más tarde, y continuando el dominio oviedista, Míchel se inventaba un potente disparo directo a puerta, pero Remiro envió a córner en una gran intervención. De nuevo, en este caso Borja Valle, ponía a prueba al meta local, con un remate desde la frontal del área. Llegaban entonces los mejores minutos del Bilbao Athletic, transformando Óscar Gil, a balón parado, en uno de los primeros acercamientos claros del filial bilbaíno. Apareció entonces Miño para imponerse en un mano a mano, al borde del descanso, y atrapar el remate de los locales en el rechace.
Ya en la segunda mitad, el equipo de Ziganda volvió a entrar fuerte en el encuentro, y dominaba en juego al conjunto oviedista, que tuvo en un remate de Toché, a centro de Susaeta, la oportunidad más clara en los primeros compases del segundo tiempo. Generelo movió banquillo dándole entrada a Edu Bedia y Hervías en lugar de Borja Valle y Koné, pero la mala suerte se cebó con el Real Oviedo en un despeje de José Fernández, tras remate desde la izquierda, que envenenó el esférico, y terminó en el segundo y definitivo gol de la victoria para el filial del Athletic. Verdés vió la segunda cartulina amarilla y se marchó expulsado por una mano involuntaria, y Linares tuvo la última para el empate en un centro de Susaeta, directo para su testarazo, pero se marchó fuera.
Tras esta derrota, el Real Oviedo continúa cuarto en la clasificación, pero no recorta ventajas con la zona alta de la tabla.