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Se cumplen 86 años del debut de Lángara

El delantero vasco marcó dos goles en su primer partido oficial con el Real Oviedo, disputado en Teatinos ante el Atlético de Madrid

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Tal día como mañana, un 7 de diciembre, en el año 1930, debutó en partido oficial con el Real Oviedo uno de los grandes goleadores de la historia del fútbol, Isidro Lángara Galarraga.

El Real Oviedo recibía ese día en su estadio de Teatinos al Atlético de Madrid, cuya denominación en aquellos tiempos era la de Athletic Club de Madrid. Desde los primeros minutos del partido, todo el mundo quedó impresionado con la potencia que imprimía a sus disparos el joven Lángara, que contaba dieciocho años de edad y apuntaba ya que llegaría lejos en el mundo del fútbol.

El conjunto carbayón se imponía en dicho encuentro al equipo madrileño por 4-1, y Lángara marcaba sus dos primeros goles con el equipo azul. Era la primera jornada del Campeonato Nacional de Liga de Segunda División y el Real Oviedo, merced a la goleada que le infligió al Atlético de Madrid, pasaba a comandar la clasificación.

Desde su debut, Lángara (Pasajes, Guipúzcoa; 15-5-1912) se convirtió en un destacado goleador; raro era el partido en que no marcaba algún tanto. En la temporada 1932-33, en la cual el Real Oviedo ascendió a Primera División, Isidro Lángara se proclamó máximo goleador de Segunda, con 23 goles en 18 partidos.

Las temporadas 1933-34, 1934-35 y 1935-36 Lángara se proclamaría máximo goleador de Primera División con el Real Oviedo. La guerra civil española le impidió seguir acumulando títulos de máximo goleador en España, puesto que tuvo que abandonar el país.

Durante sus años de ausencia de España, Lángara se proclamó máximo goleador en una ocasión en Argentina y dos veces en México, siempre en las máximas categorías del fútbol de dichos países.

En el verano de 1946 regresó a España y se reincorporó al Real Oviedo, en Primera División. Pese a su edad, 34 años, aún marcó 18 goles en 20 partidos en la Liga 1946-47 y fue convocado de nuevo a la selección española, con la que antes de la guerra civil había jugado 12 partidos, en los que había marcado 17 goles.

La temporada 1947-48 fue la de su retirada como futbolista, con 35 años, la cual era una edad bastante avanzada para un deportista en aquella época. Jugó ya solo 9 partidos de Liga en esa campaña y marcó 5 goles.

A día de hoy Lángara aún mantiene varios récords. Su promedio goleador en Primera División, 1,16 goles por partido, aún no ha sido superado. Del mismo modo, en la historia de la Liga es el único jugador que ha conseguido marcar tres *hat-tricks* consecutivos en Primera División. Asimismo, es el jugador que más goles ha marcado, 5, en un partido oficial de la selección española, y mantiene el mejor promedio goleador entre los grandes realizadores del combinado nacional; 17 tantos en 12 partidos con la selección.

Isidro Lángara falleció a los 80 años de edad, el 21 de agosto de 1992 en Andoáin (Guipúzcoa). Desde el pasado mes de mayo, la calle que discurre junto al fondo sur del estadio Carlos Tartiere está dedicada al gran ariete del Real Oviedo.

El delantero vasco marcó dos goles en su primer partido oficial con el Real Oviedo, disputado en Teatinos ante el Atlético de Madrid

Tal día como mañana, un 7 de diciembre, en el año 1930, debutó en partido oficial con el Real Oviedo uno de los grandes goleadores de la historia del fútbol, Isidro Lángara Galarraga.

El Real Oviedo recibía ese día en su estadio de Teatinos al Atlético de Madrid, cuya denominación en aquellos tiempos era la de Athletic Club de Madrid. Desde los primeros minutos del partido, todo el mundo quedó impresionado con la potencia que imprimía a sus disparos el joven Lángara, que contaba dieciocho años de edad y apuntaba ya que llegaría lejos en el mundo del fútbol.

El conjunto carbayón se imponía en dicho encuentro al equipo madrileño por 4-1, y Lángara marcaba sus dos primeros goles con el equipo azul. Era la primera jornada del Campeonato Nacional de Liga de Segunda División y el Real Oviedo, merced a la goleada que le infligió al Atlético de Madrid, pasaba a comandar la clasificación.

Desde su debut, Lángara (Pasajes, Guipúzcoa; 15-5-1912) se convirtió en un destacado goleador; raro era el partido en que no marcaba algún tanto. En la temporada 1932-33, en la cual el Real Oviedo ascendió a Primera División, Isidro Lángara se proclamó máximo goleador de Segunda, con 23 goles en 18 partidos.

Las temporadas 1933-34, 1934-35 y 1935-36 Lángara se proclamaría máximo goleador de Primera División con el Real Oviedo. La guerra civil española le impidió seguir acumulando títulos de máximo goleador en España, puesto que tuvo que abandonar el país.

Durante sus años de ausencia de España, Lángara se proclamó máximo goleador en una ocasión en Argentina y dos veces en México, siempre en las máximas categorías del fútbol de dichos países.

En el verano de 1946 regresó a España y se reincorporó al Real Oviedo, en Primera División. Pese a su edad, 34 años, aún marcó 18 goles en 20 partidos en la Liga 1946-47 y fue convocado de nuevo a la selección española, con la que antes de la guerra civil había jugado 12 partidos, en los que había marcado 17 goles.

La temporada 1947-48 fue la de su retirada como futbolista, con 35 años, la cual era una edad bastante avanzada para un deportista en aquella época. Jugó ya solo 9 partidos de Liga en esa campaña y marcó 5 goles.

A día de hoy Lángara aún mantiene varios récords. Su promedio goleador en Primera División, 1,16 goles por partido, aún no ha sido superado. Del mismo modo, en la historia de la Liga es el único jugador que ha conseguido  marcar tres *hat-tricks* consecutivos en Primera División. Asimismo, es el jugador que más goles ha marcado, 5, en un partido oficial de la selección
española, y mantiene el mejor promedio goleador entre los grandes realizadores del combinado nacional; 17 tantos en 12 partidos con la selección.

Isidro Lángara falleció a los 80 años de edad, el 21 de agosto de 1992 en Andoáin (Guipúzcoa). Desde el pasado mes de mayo, la calle que discurre junto al fondo sur del estadio Carlos Tartiere está dedicada al gran ariete del Real Oviedo.