“En los cinco años que jugué en el club aprendí su cultura y que la gente vive con mucha ilusión todo lo que le rodea”, comenta el preparador azul
Félix Sarriugarte fue presentado este mediodía como nuevo entrenador del primer equipo del Real Oviedo en un acto, celebrado en la sala de prensa del estadio Carlos Tartiere, que contó con la presencia del presidente del club, Toni Fidalgo. Las primeras palabras del técnico vizcaíno fueron de agradecimiento ”al presidente y a la gente que ha confiado en mi para liderar este proyecto. Para mí es volver a casa, me encuentro con gente conocida en una situación en la que necesitamos el apoyo de todos. Estoy encantado de firmar en el Real Oviedo”.
Las últimas semanas han sido un tanto convulsas en el plano deportivo y extradeportivo de la entidad carbayona, algo que no ha pasado en balde para Sarriugarte a pesar de llevar apenas 24 horas en la capital asturiana. “Ayudaría que todo estuviera más asentado, pero poco a poco se irá consiguiendo la estabilidad que necesita un club como el Real Oviedo. Únicamente tengo la idea de ayudar al Real Oviedo y me gustaría que también todos la tuviera el resto de la gente. Hay muchas personas con capacidad para sacar adelante este proyecto y confío en que así sea”, reconoció durante su intervención.
La exigencia que se encontrará en el Real Oviedo no le resultará extraña. El hecho de haber militado en la primera plantilla durante cinco temporadas le permite conocer muchos de los entresijos de la cultura oviedista. Eso es algo que lo tiene bastante claro al afirmar que “en los cinco años que estuve como futbolista en el Real Oviedo creo que entendí la cultura de la entidad, donde la gente lo vive todo con mucha pasión y a la vez hay mucha exigencia. Tendremos que dar lo mejor de cada uno de nosotros porque los aficionados están muy ilusionados y eso es algo que nos tendrá que impulsar”.
La plantilla comenzó ayer sus entrenamientos y al nuevo técnico le espera un duro trabajo durante las próximas semanas. El oviedismo tiene un objetivo en la mente que nadie se atreve, por el momento, a hacer público. Sarriugarte es consciente de ello y declaró que ”firmando en el Real Oviedo no hay ningún objetivo irrenunciable, aunque todos sabemos lo que queremos. Hay que fichar jugadores, aunque el corazón de la plantilla ya está aquí. Una vez que el grupo este cerrado hay que construir un equipo y crear una línea de trabajo, aunque ahora mismo lo importante es el proceso. Todos queremos lo mismo, está claro, pero lo importante es el cómo. Hay que aumentar el trabajo porque en las dos últimas temporadas no fue posible clasificarse para la promoción de ascenso”.
Uno de las facetas de las que se tendrá que ocupar el nuevo inquilino del banquillo azul será la de valorar las posibles incorporaciones a la primera plantilla. No ofreció muchas pistas acerca de los próximos fichajes y reconoció que “en principio vamos a valorar las situaciones de cada uno de ellos, aunque es evidente que buscamos futbolistas con talento y carácter para manejarse en este nivel de exigencia”.
En su despedida, y cuestionado por su modelo de juego, Sarriugarte adelantó que “la forma la iremos conociendo cuando haya un mayor conocimiento de los futbolistas, pero todos los entrenadores queremos que nuestros equipos jueguen bien al fútbol, sean sólido sin balón y competitivo con él. Para hacer un equipo fiable hace falta todo esto”.
