Que el Real Oviedo traspasa fronteras no es una frase grandilocuente si no que refleja la realidad del club carbayón. Buena muestra de ello son el medio centenar de chicos, jugadores del Área Internacional, que una nueva temporada llenan las habitaciones de Fundoma y los campos de entrenamiento del Real Oviedo.
Este año el club de la capital del Principado, gracias al trabajo de su Fundación, cuenta con 46 chicos de 22 países distintos tan alejados geográficamente como Corea del Sur, Malasia, Australia, Egipto, Mozambique, EEUU Kirguistán, Colombia o Puerto Rico... pero que hablan un mismo lenguaje, el del fútbol que nace en sus botas y que crece gracias al modelo de trabajo de la entidad azul y sus técnicos.
Jugadores, pero sobre chicos cargados de ilusiones con edades comprendidas entre los 12 y 22 años, que el pasado sábado recibieron de manos de Agustín Lleida, director general del Real Oviedo y Cesar Martín, director de la Fundación azul, el diploma que acredita su participación en el programa anual para la temporada 23/24.
Jóvenes que viven el día a día de las plantillas que componen el Real Oviedo, que entrenan bajo sus métodos y que son un claro exponente de que la bonita historia iniciada en 1926 se extiende, más allá de la muy noble y leal ciudad, a todos los rincones del mundo donde uno de estos chicos habla de su nueva familia, la familia azul.
