Hace hoy justamente 60 años se realizaba el sorteo para conformar las eliminatorias que debían dilucidar la propiedad de dos plazas en Primera División, a las que optaban dos equipos de esa categoría y otros dos de Segunda al término de la Liga 1963-64.
El Real Oviedo había logrado el tercer puesto final en Primera División en la temporada 1962-63. Pero respecto a esa temporada, en la 63-64 era un equipo debilitado al haber perdido a dos de sus principales valores, Paquito y Sánchez Lage, traspasados al Valencia.
Con el equipo merodeando por la zona baja de la tabla, mediada la temporada 63-64, se tomaron las decisiones habituales en estos casos: un cambio en el banquillo, por el cual Toba sustituyó a Orizaola como entrenador, y la llegada de refuerzos como Jaime Blanco (cedido por el Deportivo de La Coruña) o el veterano Arsenio Iglesias. Con ello se logró una ligera mejoría. Las victorias consecutivas por la mínima en San Mamés ante el Athletic de Bilbao y en Oviedo ante el Elche permitieron que los azules alcanzasen la última jornada liguera salvados del descenso directo y dependiendo de sí mismos para evitar la eliminatoria por una plaza en Primera.
Se visitaba en esa jornada final el feudo de un Real Madrid ya campeón, que iba a recibir el trofeo que lo acreditaba como tal. Aunque el equipo carbayón plantó cara a los merengues, cayó derrotado por un gol a cero, lo que le llevó a concluir en la clasificación final tercero por la cola, con lo cual tendría que buscar la salvación en una eliminatoria a doble partido.
En aquellos años había una Primera División con dieciséis equipos, cuyos dos últimos clasificados descendían directamente, mientras que los clasificados en los puestos 13.º y 14.º tenían que enfrenarse con los subcampeones de los dos grupos que había de Segunda, que aspiraban a promocionar a Primera. Los campeones ascendían de manera directa.
Así fue como el Pontevedra y el Real Valladolid perdieron la máxima categoría del fútbol español; sus plazas fueron cubiertas por los respectivos campeones de cada grupo de Segunda; Deportivo de La Coruña y Las Palmas. A su vez, las eliminatorias por jugar en Primera enfrentarían al Real Oviedo y al Español de Barcelona con los subcampeones de los dos grupos de Segunda División. Si del segundo fue el Hércules de Alicante, del primero lo iba a ser el entonces llamado Real Gijón, que certificó la plaza al derrotar al Constancia de Inca en El Molinón en la última jornada.
De esa forma quedaba abierta la posibilidad de que hubiese un derbi asturiano en las eliminatorias que por premio ofrecían un puesto en Primera División para la temporada 1964/65. Todo quedaba pendiente de un cara o cruz: el sorteo tendría que determinar si el rival del Real Oviedo iba a ser el conjunto gijonés o el alicantino.
Pese a que la Liga concluyó el 26 de abril, las eliminatorias no se iban a jugar hasta el mes de junio, ya que inmediatamente después de la fase regular del torneo liguero se disputaba la Copa (del Generalísimo en aquellos años). En ella el equipo azul cumplió con su tradición y firmó una más que discreta actuación, en la que eliminó al Onteniente y cayó claramente ante el Real Zaragoza.
El 5 de mayo ya tuvo lugar en el salón de actos de la Federación Española de Fútbol el sorteo de las eliminatorias por dos plazas en Primera. Dicho sorteo emparejó al Real Oviedo con el Hércules y al Real Gijón con el Español. Ambos encuentros de ida deberían disputarse en tierras asturianas. Las fechas quedaban pendientes de que los clubes inmersos en las eliminatorias fuesen apeados de la Copa. La suerte no quiso que tuviese lugar un derbi asturiano enmarcado dentro de una eliminatoria en pos de una plaza en Primera, pero fue la ocasión en que más cerca ha estado de producirse.
Para evitar la coincidencia en la fecha, el 7 de junio se disputó en el Carlos Tartiere el primer partido entre el Real Oviedo y el Hércules, mientras que la ida de la otra eliminatoria, a celebrar en El Molinón, se pospuso hasta el siguiente domingo, día 14, cuando también tuvo lugar en Alicante el encuentro de vuelta del enfrentamiento entre oviedistas y herculanos.
El Real Oviedo, con una gran actuación de su delantero Arsenio, ganó por el resultado de 4-1 al Hércules y dejó casi sentenciada una salvación que no peligró pese a la derrota por 1-0 de la vuelta en el campo alicantino de La Viña. Por el otro lado, el equipo gijonés venció por 1-0 al Español en el primer partido. En el segundo, los blanquiazules remontaron y ganaron en el estadio barcelonés de Sarriá por un cómodo 3-0, con lo que salvaron la categoría.
Sesenta años después, el Real Oviedo cuenta con opciones de clasificarse para disputar las eliminatorias por una plaza en Primera División. En el caso actual, sería frente a algún equipo de Segunda. Y de los conjuntos que participaron en las referidas eliminatorias de 1964, el Real Oviedo podría enfrenarse al Espanyol de Barcelona (entonces llamado Español) y el Sporting de Gijón (entonces Real Gijón).
La fotografía que ilustra este texto muestra una imagen del partido de ida entre el Real Oviedo y el Hércules de Alicante, disputado en el estadio Carlos Tartiere en junio de 1964.
CONSEJO DE HISTORIA