Un segundo basta para hacer tambalear los cimientos de nuestra existencia, para que la tragedia pase a ocupar las portadas de diarios e informativos y todo, absolutamente todo, quede relegado a un incuestionable segundo plano.
El fútbol no debe ponerse de perfil y los corazones que laten tras los escudos deben mostrar, una vez más, que no hay nada más importante que la vida, esa que en Turquía y Siria se congeló el 6 de febrero.
Familias rotas que necesitan de otras para mitigar el dolor y un Grupo al que su esencia obliga a tratar de ofrecer su mejor versión, la de la solidaridad que siempre ha caracterizado a los equipos que lo componen ante la adversidad del prójimo.
Everton de Viña del Mar, Club de Fútbol Pachuca, Club León y Real Oviedo donarán materiales y dinero, y hacen un llamamiento a sus hinchadas para colaborar con quien sufre en estos momentos.
Proyectos de vida que nos necesitan, proyectos de vida que urgen de nuestra ayuda, hagamos que las cosas sucedan
