”Vamos a exigir muchísimo a los jugadores, pero nuestra mentalidad no pasa porque estemos alejados del balón, sino todo lo contrario”, asegura el ayudante de Pacheta
“Ricardo viene para aportar y para hacer mejor a todo el mundo, el primero a mí y luego a los jugadores. Es un hombre dinámico, con una estupenda dirección de grupo y siempre pausado, serio. Es muy buen profesional, seguro que os gusta”. Así de claro y de contundente se mostró Pacheta al referirse a su nuevo ayudante, Ricardo Gil, que pasa a formar parte del cuerpo técnico junto a Diego Tuero y Marcos García.
El entrenador burgalés no había compartido nunca banquillo con Ricardo, pero conocía de su potencial al haber coincidido ambos en el Numancia de Soria. El listón estaba alto, pero el aragonés ya ha demostrado su valía en los apenas ocho días que lleva trabajando con el primer equipo.
No nos equivocamos si afirmamos que Ricardo Gil se ha adaptado perfectamente al “Método Pacheta”, que tanto y tan bueno ha dado que hablar entre el oviedismo durante los últimos meses. “Mi adaptación al cuerpo técnico ha sido muy positiva y me encuentro muy a gusto en el Real Oviedo. A Pacheta ya lo conocía y sabía que íbamos a trabajar muy bien juntos. El resto de compañeros, tanto Diego Tuero como Marcos García, me han acogido francamente bien y tratamos de trabajar lo más coordinados posible”, comenta el aragonés, que la pasada temporada dirigió a uno de los cadetes del Real Zaragoza.
Las labores dentro del cuerpo técnico están perfectamente definidas y Ricardo Gil se encarga de ayudar a Pacheta en todas aquellas tareas de campo y de supervisar toda la carga física del grupo. Es habitual verle llevar la voz cantante en determinados momentos de los entrenamientos, unos entrenamientos que han variado respecto a los de temporadas pasadas. “Llevo ya muchos años viendo pretemporadas de grupos que giran en torno a la idea de juego y en esa línea estamos entrenando. Vamos a exigir muchísimo al equipo, pero esa exigencia no pasa porque estemos alejados del balón, sino todo lo contrario porque puede ser muy intensa y ser aprovechada para abordar otros temas técnicos-tácticos que no podrías hacerlo si no estás en contacto con el balón”, asegura Gil.
Los azules iniciaron su pretemporada el pasado domingo y desde entonces han ido alternando sesiones dobles de entrenamientos con partidos amistosos. En total llevan diez jornadas de trabajo, tiempo en el que se ha estado realizando una primera fase de la programación previa al comienzo de la competición oficial, que tendrá lugar el domingo 21 de agosto ante el Club Deportivo Leganés en el estadio de Butarque. Ese es el día marcado en rojo en el calendario de los técnicos porque la preparación está centralizada en llegar en el mejor estado posible a ella. “La pretemporada pasa por acumular minutos de juego y cargas de trabajo, sin olvidarnos de que los jugadores se vayan conociendo y se vayan integrando en la dinámica de grupo. Estamos ante un proceso que se llevará a cabo antes de iniciar la Liga. Es importante competir bien, pero el objetivo fundamental de estos partidos pasa por conjuntar el equipo”, concluye el ayudante”, reconoce el nuevo ayudante azul.
En las próximas fechas, los futbolistas se someterán a la segunda fase de las pruebas físicas, que determinarán el nivel de esfuerzo de cada uno de ellos. Dichos controles tendrán mucha importancia para el cuerpo técnico y serán básicos para programar la carga futura, que incluirá un nuevo escenario: el gimnasio. “Aún no hemos comenzado el trabajo en el gimnasio porque estamos pendiente de las pruebas de esfuerzo, pero iremos compaginando el trabajo allí con el de campo”, advierte Gil, que asegura que el equipo alcanzará próximamente un ritmo interesante a nivel de juego.
Los aficionados ya han podido observar unas primeras pinceladas de lo que será el Real Oviedo de Pacheta para la temporada 2011/12. “Estamos sentando las bases para tratar de hacer una buena temporada. No podemos precipitarnos, pero la idea es darle continuidad al juego del año pasado. Sabemos cuáles son nuestras virtudes y trataremos de aprovecharlas”, concluye Gil.