El exjugador Santiago García Barrero recibió ayer un homenaje por su dilatada trayectoria como jugador en el Real Oviedo, en el que estuvo durante 14 años consecutivos en equipos de diversas categorías.
En el descanso del encuentro disputado ayer en el Carlos Tartiere, el presidente del Real Oviedo, Jorge Menéndez Vallina, le hizo entrega a García Barrero del diploma acreditativo de haber jugado en el primer equipo del club.
Fue el 26 de octubre del año 1980 cuando García Barrero debutó en el primer equipo del Real Oviedo, en partido de Segunda División ante el Baracaldo disputado en el estadio Carlos Tartiere y que finalizó con el triunfo del conjunto carbayón por 3-0. Se convirtió ese día en el jugador número 410 que debutaba en partido oficial con el primer equipo.
Junto a su diploma, García Barrero recibió ayer el diploma de debutante de su padre, Rafael García Martínez, Falín, y el de su tío, Emilio García Martínez, Emilín.
Falín disputó su primer partido oficial con el primer equipo del club el 12 de octubre de 1947 y se convirtió en el jugador número 132, mientras que Emilín debutó el 19 de octubre de 1930 y fue el trigésimo noveno futbolista que jugó oficialmente en el Real Oviedo.
García Barrero (Oviedo, 24 de agosto de 1961) fue jugador del Real Oviedo desde los nueve años de edad hasta los veinticinco. Pasó por diferentes categorías del club hasta que llegó al Vetusta en 1979.
Aunque había jugado algún tiempo de extremo antes de dar el salto a la primera plantilla del club, García Barrero actuaba habitualmente de centrocampista en el primer equipo del Real Oviedo, al igual que había hecho su padre, Falín.
Fue cedido al Palencia en la temporada 1983-84, al término de la cual regresó a la primera plantilla del conjunto carbayón. En la temporada 1984-85 García Barrrero ganó con el Real Oviedo la Copa de la Liga de Segunda División. Hasta su marcha del club en 1987, García Barrero jugó seis temporadas en el primer equipo del Real Oviedo.