Tal día como hoy, un 26 de diciembre, en el año 1928, el Real Oviedo disputaba el torneo que concedía una plaza para jugar en Primera División, en la Liga, competición que comenzaría su andadura histórica unos meses después.
Dicho torneo había comenzado el día anterior, festividad de Navidad, con un partido entre el Real Oviedo y el Iberia, de Zaragoza, disputado en el estadio bilbaíno de San Mamés. Ese partido finalizó con 2-2 en el marcador, con goles de Polón y Caramelero para el conjunto carbayón.
El día 26 se jugó el encuentro de desempate, en el cual el Real Oviedo se impuso por 4-1, y en el que Tamargo, Trucha, Chuché y Caramelero fueron los autores de los goles del equipo ovetense.
El Real Oviedo, cuyo entrenador era el checoslovaco Antonín Fivébr, alineó en ambos partidos el mismo once, compuesto por los siguientes jugadores: Oscar, Calichi, Trucha, Abdón, Avilesu, Mieres, Chuché, Caramelero, Barril, Polón, Tamargo.
En ambos partidos actuó como árbitro el afamado Pedro Escartín y ejercieron como capitanes del Real Oviedo y del Iberia sus dos guardametas, Oscar y Jaumandreu, respectivamente, como se puede ver en la foto que ilustra este texto.
De esa fase de clasificación, en la que tomaron parte diez clubs, debía salir el décimo equipo que competiría en Primera División en el inicio de la Liga. Las otras nueve plazas ya habían sido adjudicadas administrativamente a otros tantos equipos.
Finalmente, el Real Oviedo no logró en el torneo la plaza en juego para comenzar la Liga en Primera División. Así pues, comenzó en Segunda, pero pocos años después, en 1933, lograría el ascenso a la máxima categoría del fútbol español, algo que hasta entonces no había logrado aún ningún equipo asturiano.
