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Funiculì, funiculà

La canción italiana así titulada suena desde hace décadas en el Tartiere para festejar los goles del Real Oviedo

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Desconocemos si los compositores de la canción napolitana Funiculì, funiculà, los italianos Luigi Denza y Giuseppe Turco, se imaginaron que su cantinela, casi siglo y medio después de ser estrenada, sonaría en el estadio Carlos Tartiere cada vez que el Real Oviedo marcase un gol. Algo nos dice que no.

Ya se ha convertido en una tradición, aún de unas pocas décadas, el hecho de que el Funiculì, funiculà resuene en el Tartiere cuando el Real Oviedo logra un tanto. Pero, ¿por qué?

La respuesta al pequeño misterio nos la ofrece Manuel Rodríguez, responsable del buen funcionamiento del sistema electrónico del Tartiere desde hace varias décadas: “Lo de esa canción surgió de manera casual, el día antes de un partido, en los años 90.”

“Como hacía siempre, estaba probando los altavoces del estadio y para que me diese tiempo a comprobarlos todos sin que se acabase la música, ponía una cinta larga para que sonase mientras iba uno por uno”, afirma Manolo el de Megafonía, como le conoce casi todo el mundo a Manuel Rodríguez.

“En la cinta que puse ese día, que fue la primera de bastante duración que encontré a mano, estaba el Funiculì, funiculà, que le llamó la atención al entonces presidente, Eugenio Prieto. Y me pidió el corte de esa canción para utilizarlo cada vez que marcase un gol el Real Oviedo”, explica Rodríguez.

Desde entonces, el Funiculì, funiculà es sinónimo de gol del equipo del Carlos Tartiere. Y los oviedistas nos hallamos indefectiblemente sometidos a un condicionamiento respondiente, pavloviano, dictado e impuesto por la melodía de esa decimonónica canción napolitana.

La música de Funiculì, funiculà fue compuesta por Luigi Denza. Y la letra fue obra de Giuseppe Turco, más conocido como Peppino Turco. Compositor musical el primero y periodista el segundo, elaboraron la canción en el año 1880 para exaltar la apertura del primer funicular al monte Vesubio, situado frente a la bahía de Nápoles, en la costa suroeste de Italia.

Poco tiempo después de su composición, la canción Funiculì, funiculà fue interpretada por primera vez en público en el Quisisana Hotel, en la localidad de Castellammare di Stabia, próxima a la ciudad de Nápoles.

Pronto triunfó la composición, de carácter alegre al igual que el modo de ser del pueblo napolitano, y su fama comenzó a traspasar fronteras con inusitada rapidez. Hizo fortuna incluso en el mundo anglosajón. La consagración definitiva le llegó cuando fue incluida en muchos de sus conciertos por Los Tres Tenores, grupo mundialmente famoso formado en los años 90 del pasado siglo por los españoles Plácido Domingo y José Carreras y el italiano Luciano Pavarotti, que en esa época se encontraban entre los mejores cantantes de ópera del planeta.

La letra original de la canción Funiculì, funiculà está escrita en idioma napolitano, lengua romance perteneciente al grupo italorromance. Su estribillo, el cual inunda el Tartiere con cada gol del Real Oviedo, dice así:

Jamme, jamme 'ncoppa, jamme jà,

Jamme, jamme 'ncoppa, jamme jà,

Funiculì, funiculà! funiculì, funiculà!

´Ncoppa, jamme jà, funiculì, funiculà!

Lo que podríamos traducir por:

¡Vamos, vamos, vamos a la cima ya!

¡Vamos, vamos, vamos a la cima ya!

¡Funiculí, funiculá, funiculí, funiculá!

¡Vamos a la cima ya! ¡Funiculí, funiculá!

La frase ¡Vamos, vamos, vamos a la cima ya! es perfectamente válida como grito de ánimo al Real Oviedo en su afán por llegar siempre a lo más alto. En cualquier caso, la canción napolitana creada en 1880 por Denza y Turco se halla ya íntimamente ligada al gol local en el Carlos Tartiere. Y cuantas más veces resuene en el estadio ovetense, más cerca estaremos de alcanzar la cumbre.

CONSEJO DE HISTORIA