Tal día como hoy, un 4 de julio, en el año 1945, el Real Oviedo, que militaba en Primera División, recibía la Copa Marqués de Foronda a la mejor conducta deportiva de un club de fútbol.
Los directivos del club José María Fernádez-Ladreda e Ignacio Herrero Garralda fueron los encargados de acudir a Madrid para recoger el trofeo, concedido por la Delegación Nacional de Deportes y destinado a premiar la deportividad y corrección de jugadores, aficionados y directivos de un club. Se trataba de la primera edición de la Copa Marqués de Foronda.
Al Real Oviedo le fue concedido ese galardón por la gran deportividad que exhibió en la temporada 1944-45, que había finalizado unas semanas antes; concretamente el 20 de mayo. Esa campaña, el Real Oviedo finalizó la Liga en cuarta posición, tras Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid, y justo por delante de Valencia y Athletic de Bilbao.
La Delegación Nacional de Deportes fue un organismo oficial creado en 1941 y que, al igual que el actual Consejo Superior de Deportes, tenía las competencias sobre la práctica deportiva, especialmente la federada.
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