Tal día como hoy, un 27 de agosto, en el año 1940, el Real Oviedo volvía a entrenarse después de cuatro años sin hacerlo debido a la guerra civil española, iniciada en el verano de 1936 y finalizada en la primavera de 1939.
Tras el término de la temporada 1935-36,en la que el Real Oviedo se había proclamado campeón regional por quinta vez consecutiva y había finalizado en el tercer puesto en Primera División tras haber tenido opciones de ganar la Liga, la guerra cortó de cuajo las buenas perspectivas del conjunto carbayón.
El Real Oviedo contaba con un formidable ataque conocido como la Delantera Eléctrica y su delantero centro, Lángara, había sido el máximo goleador de Primera División las tres últimas temporadas. Con ello y con un equipo bien formado en los últimos años, el Real Oviedo era considerado uno de los principales favoritos para optar nuevamente al título de Liga en la prevista temporada 1936-37.
Pero todo se vio cortado de raíz; durante tres años no se disputó en España la Liga, que se reanudó en la temporada 1939-40. El Real Oviedo no pudo participar esa campaña en ninguna competición, pues tenía su estadio destrozado por la guerra y varios de sus jugadores habían fallecido durante el conflicto bélico o se habían instalado en otros países.
Por todo ello, el club carbayón solicitó a la Federación Española de Fútbol una excedencia, que le fue concedida. En virtud de dicha excedencia, el Real Oviedo se vio dispensado de participar en la Liga, sin recibir sanción alguna, y además se le guardó su plaza en Primera División.
El Real Oviedo retornó a la Liga en la temporada 1940-41. Para dicha campaña comenzó los entrenamientos el 27 de agosto de 1940. Puesto que los contactos de la directiva del Real Oviedo con varios entrenadores no habían fructificado y el banquillo no tenía titular, el jugador Herrerita se hizo cargo provisionalmente de la dirección técnica del equipo, con la ayuda de otro futbolista de la plantilla carbayona, Gallart.
Tanto Herrerita (en la foto que ilustra este texto) como Gallart, que habían formado parte ambos de la admirada Delantera Eléctrica, compatibilizaron la faceta de entrenador con la de futbolista durante un tiempo, hasta el mes de noviembre de ese mismo año, cuando llegó el técnico Cristóbal Martí Batalla para ocupar el puesto de entrenador.