La primera plantilla celebró el ascenso a Segunda B desde los balcones de la Casa Consistorial y dejó patente su comunión con unos aficionados azules que abarrotaron la plaza de la Constitución
El Real Oviedo recibió esta tarde el cariño de sus aficionados en un multitudionario acto que se inició en el estadio Carlos Tartiere y que tuvo su broche final en el Ayuntamiento de Oviedo. La primera plantilla, acompañada de la totalidad de los miembros del Consejo de Administración, partió en el autocar del club desde el municipal ovetense con rumbo a la calle Fruela para posteriormente ir caminando hasta la Casa Consistorial.
Durante el trayecto urbano, las muestras de cariño y afecto de los ovetenses fueron una constante, dejando muestras claras de la enorme importancia que tiene este ascenso a la categoría de bronce del fútbol español. Una vez llegado a su destino, los dirigentes y jugadores fueron recibidos por el teniente alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, así como por un amplio número de concejales del Ayuntamiento. Todos ellos les dieron la enhorabuena por el ascenso y les desearon éxitos para la próxima temporada.
Posteriormente, y ya en el tramo final, los futbolistas salieron a los distintos balcones de la Casa Consistorial y brindaron el cambio de categoría a los cerca de 3.500 aficionados que se congregaron en la plaza de la Constitución. Alentados por el capitán Diego Cervero, la plantilla compartió cánticos con sus seguidores y dejó claro la enorme comunión que existe actualmente entre el club y la afición.
