San Claudio vivió una jornada histórica. El Real Oviedo Femenino logró el ascenso a Primera RFEF tras un partido épico frente al UDCA Tenerife B, resuelto en los penaltis tras un 1-1 en el tiempo reglamentario y la prórroga. Las azules dieron una lección de fe, carácter y oviedismo.
El encuentro comenzó con un ambiente espectacular desde primera hora. Las oviedistas se adelantaron en el minuto 20 con un gol en propia puerta provocado por un gran centro de Laura Aguado. Pese al empuje inicial, las visitantes empataron al filo del descanso en un córner. Desde ese momento, el duelo se volvió igualado y muy disputado, con pocas ocasiones claras.
El segundo tiempo fue una batalla táctica. El Real Oviedo intentó reaccionar con cambios ofensivos, pero el Tenerife también apretó. Anina y Sheila tuvieron las mejores para romper el empate, pero el gol no llegó. La prórroga se hizo cuesta arriba físicamente, aunque las azules resistieron y llegaron con vida a los penaltis.
La tanda comenzó de forma dramática con el fallo y la lesión de Andrea Sordo, que se quedó en un susto. Saray emergió como heroína con dos penaltis detenidos, y Carlota Acín y Anina marcaron para mantener vivo el sueño. La gloria fue para Marina Crespo, ovetense y canterana, que convirtió el penalti decisivo.
Oviedo vuelve a hacer historia en el fútbol femenino. El equipo de Andrea Suárez culmina una temporada inolvidable y ya es nuevo equipo de Primera RFEF. Orgullo carbayón.