Nieto, hijo y ahijado de grandes jugadores del Real Oviedo, Oscar Campos Álvarez ha donado al club varios objetos relacionados con sus familiares y la historia oviedista.
Oscar Campos Álvarez es nieto de Oscar Álvarez, el primer portero que tuvo el Real Oviedo y su primer capitán, quien además fue también uno de los principales artífices, junto con Carlos Tartiere, de la fundación del Real Oviedo. El guardameta Oscar, habitual junto a Ricardo Zamora en las convocatorias de la selección española, fue uno de los primeros ídolos del oviedismo.
Su nieto, que dirige en Madrid un centro de tecnificación de porteros llamado Oscar Álvarez en homenaje a su abuelo, ha donado al club un cartel original y varias entradas del partido de homenaje que se le tributó en septiembre de 1971 en el estadio Carlos Tartiere al primer capitán del conjunto carbayón.
Asimismo, Oscar Campos ha donado al Real Oviedo unas botas de fútbol de los años cincuenta que utilizó su padre, Francisco Campos Gómez, conocido popularmente como Campitos y que formó parte de la plantilla carbayona que ascendió a Primera División en 1952.
Otro jugador del Real Oviedo, Lanza, compañero de Campitos en el conjunto carbayón, era el padrino de Oscar Campos, en cuyo domicilio desde que él era niño se respiraba mucho fútbol y cuya familia tenía relación con otra persona destacada en la historia del Real Oviedo; era Luisito para la familia Campos, para el mundo del fútbol era Luis, un jugador de much clase, y cuando se convirtió en entrenador pasó a ser conocido como Luis Aragonés.
La tradición balompédica familiar continúa en el hijo de Oscar Campos. Un espigado joven de 16 años, llamado también Oscar y biznieto del primer guardameta que tuvo el Real Oviedo en 1926, destaca como cancerbero en el fútbol juvenil madrileño y sueña con ser lo antes posible un portero de tanta calidad como lo fue su admirado bisabuelo.
