Jandro, Xavi Moré y Mario Prieto se entrenaron al mismo ritmo que sus compañeros y el técnico mantiene las dudas de Manu Busto e Iván Ania
El entrenador azul, Pichi Lucas, respiró aliviado al comprobar esta mañana que la enfermería iba reduciendo su número de inquilinos. La alarma en el seno oviedista saltó ayer en el regreso a los entrenamientos después de dos días de descanso al llegar a acumularse hasta seis bajas por lesión, pero la evolución de algunos de los futbolistas ha sido satisfactoria y pudieron completar la sesión de hoy sin problemas. Nos estamos refiriendo a Xavi Moré, que superó un proceso gripal; Jandro, muy recuperado de la contusión en la articulación coxofemoral derecha; y Mario Prieto, ya superada la contractura en el vasto externo del cuadriceps derecho.
Así pues, todos ellos parecen estar disponibles para el partido del domingo ante el Villanovense, mientras que Manu Busto, con un esguince intercostal, e Iván Ania, con una contusión en la espina iliaca izquierda, se mantienen como dudas. Por su parte, Miguel trabajó junto al fisioterapeuta Gabri y continúa con el proceso de recuperación de la intervención quirúrgica a la que fue sometido hace algo más de un mes después de sufrir un golpe durante el partido ante el Club Deportivo Tenerife “B”.
Por tanto, el técnico Pichi Lucas tuvo a su disposición a gran parte de su plantilla y comenzó a preparar de una manera más exigente el encuentro del domingo ante el Villanovense. Como viene siendo la tónica habitual en la sesión matinal de los miércoles, el entrenamiento consistió en circuitos físicos con y sin balón, para concluir con un ejercicio de ataque-defensa.
En el trabajo participaron los jugadores del filial Artabe y Jandrín.
La plantilla oviedista tiene esta tarde (16.45 horas) un nuevo entrenamiento en las instalaciones deportivas de El Requexón.
