El Consejo de Administración del Real Oviedo ha presentado esta mañana a “Pichi Lucas” como nuevo entrenador del primer equipo para lo que resta de temporada 2009/10.
El técnico berciano, que cuenta con 50 años, posee experiencia en la categoría tras su paso por la Ponferradina, con la que ascendió a Segunda División, y el Cartagena. También dirigió a la Sociedad Deportiva Compostela
El ya nuevo inquilino del banquillo carbayón comenzó su intervención señalando que “el Real Oviedo es un equipo apetecible” para cualquier entrenador y reconociendo que la entidad es tan grande que “da hasta cierto vértigo de sólo verlo en esta categoría”.
Su llegada al club azul coincide en una temporada en la que tiene un objetivo claro: buscar el ascenso a Segunda División. Pichi Lucas es consciente de ello, pero prefiere no marcarse objetivos a largo plazo, sino a corto porque “los objetivos han de ser cercanos. El día a día es lo más importante y ahora debe de preocuparnos el partido del domingo ante el Tenerife. Luego la clasificación irá poniendo a cada uno en su sitio”.
No obstante, no rehuyó de ese objetivo y declaró que “vamos a luchar al máximo por él porque hoy en día el fútbol tiene unos objetivos muy concretos, especialmente en aquellos equipos que quieren dar un salto en la categoría y el Real Oviedo es uno de ellos”. Todo lo que rodea al club, véase masa social, repercusión y seguimiento es algo fuera de lo común para un club de Segunda B, algo que afirmó el propio Pichi Lucas al señalar que “éste no es un equipo de Segunda B porque hay capacidad y potencial suficiente para estar en puestos de mucha mayor envergadura”.
Respecto al sello o estilo de juego que pretende instaurar en el equipo azul, el entrenador comentó que “en el fútbol parece que se quiere vender todo con buenas palabras para que suene bien, pero particularmente me gusta que el equipo se divierta, peor éste se consigue cuando juega bien al fútbol”. No obstante adelantó que le gustaría que su equipo sea “vertical, atrevido y que guardase sintonía en lo que aportase en ataque y en defensa”. Hizo especial hincapié en que han de ser “atrevidos tanto en casa como fuera. Eso sería importante”.
Demostró tener conocimiento de su plantilla tras observar varios partidos de los azules –concretamente ante el Alcorcón, Cacereño y Sporting B- y se sinceró al reconocer que ante el Sporting B “no estuvimos bien y la verdad es que, quitando los primeros instantes, estuvimos a merced del rival, que tuvo mayor intensidad y ritmo. No estuvimos cómodos en ningún momento”.
Respecto a la desilusión sufrida por los aficionados con la derrota en El Molinón, Pichi Lucas manifestó que “es normal que la gente se decepcione si no ve ganar a su equipo, de la misma manera que lo están los jugadores porque han querido los tres puntos pero no han podido conseguirlos”. Añadió que “el domingo trataremos de hacer las cosas bien para enganchar a la afición con el equipo y viceversa. Ese es mi objetivo y mi ilusión”.
Finalmente, su comienzo al trabajo se producirá esta misma tarde y lo hará con unos jugadores a los que conoce en torno “al 85 por ciento de verlos y de competir contra ellos porque cuando uno se enfrenta a un equipo tiene un dossier de los futbolistas rivales”. Le produce “ciertas garantías”, pero no olvida la realidad y reconoció que “estamos en la clasificación que estamos y significa que no hemos hecho las cosas bien para estar más arriba, de ahí que espere mucho porque hay mimbres para hacer cosas más positivas que las que se han hecho hasta ahora”. Y adelantó que les transmitirá que “cada partido va a ser una final y que no habrá victoria sin sufrimiento porque en el fútbol si no sufres, no consigues nada”.