Tal día como hoy, un 24 de abril, en el año 1932, con un partido España-Yugoslavia se inauguraba el Stadium de Buenavista, el tercer feudo del Real Oviedo desde su fundación en 1926.
Tras haber disputado algunos partidos amistosos en el estadio de Vetusta, y haber jugado posteriormente durante seis temporadas en Teatinos, el Real Oviedo pasaba a disponer de un gran estadio, cuya principal novedad era el material básico usado para su construcción; el hormigón armado.
El nuevo estadio contaba con una tribuna principal que poseía una visera de algo más de 100 metros de longitud, obra del ingeniero Ildefonso Sánchez del Río. Dicha tribuna fue la primera de España cubierta y sin columnas que molestasen la visión de los espectadores.
En el encuentro inaugural, el seleccionador español, José María Mateos, alineó el siguiente once inicial: Zamora, Ciriaco, Quincoces, Cilaurren, Gamborena, Marculeta, Lafuente, Regueiro, Lángara, Chirri II, Gorostiza.
El delantero centro y gran goleador del Real Oviedo, Isidro Lángara, debutó ese día con la selección española. Era la primera vez en España que un futbolista militante en Segunda División debutaba con la selección nacional.
Y difícilmente Lángara podría haber iniciado mejor su andadura en la selección española, ya que a los 20 minutos de partido marcó el primer gol del encuentro y, por consiguiente, pasaba a la historia como el autor del primer tanto del Stadium de Buenavista.
Luis Regueiro marcó el segundo gol de la selección española en el minuto 25. Tres minutos más tarde, Yugoslavia, por medio de Vujadinovic, lograba recortar distancias en el marcador. El partido concluyó con la victoria del combinado español por 2-1.
En dicho partido se dio una curiosa circunstancia debido a que en el minuto 75 de encuentro el guardameta del equipo español, Ricardo Zamora, tuvo que ser sustituido por Gregorio Blasco. Así, todos los jugadores de la selección española que terminaron el partido eran vascos.
El Stadium de Buenavista contaba con un aforo de unos 15 000 espectadores.Durante cerca de medio siglo vio competir al Real Oviedo; fue testigo de cómo el equipo carbayón se proclamó en varias ocasiones campeón de Asturias, de cómo se convirtió en el primer equipo asturiano que ascendía a Primera División, de cómo finalizó la Liga de Primera División en el tercer puesto en tres ocasiones, de cómo alcanzó en dos ocasiones las semifinales de Copa, de cómo derrotó y goleó a los grandes equipos del fútbol español, y a la larga también fue testigo de algún descenso a Segunda División.
En 1958, el Stadium de Buenavista pasó a ser nombrado Carlos Tartiere, en honor de quien había sido el primer presidente del Real Oviedo y había fallecido ocho años antes. De cara a la Copa del Mundo de Fútbol de 1982, disputada en España, el viejo estadio de Buenavista fue demolido y en su solar se construyó un nuevo estadio, llamado igualmente Carlos Tartiere.