Tal día como hoy, un 17 de junio, en el año 1958, la junta directiva del Real Oviedo iniciaba el proceso para que el estadio donde el equipo jugaba sus partidos fuese bautizado con el nombre de Carlos Tartiere.
La decisión fue tomada por la junta directiva del club, que trasladó su acuerdo al alcalde de Oviedo, Valentín Masip Acevedo, con el fin de que en lo sucesivo el estadio fuese denominado oficialmente Stadium Municipal Carlos Tartiere.
Desde su inauguración en 1932, el recinto deportivo era conocido como Stadium de Buenavista, por la zona en la que se encontraba, y fue propiedad del Ayuntamiento de Oviedo desde el año 1954.
Solo unas semanas después de la solicitud del Real Oviedo para que el estadio se denominase Carlos Tartiere, la petición fue aprobada en un pleno extraordinario del Ayuntamiento de Oviedo.
En 1982 dicho estadio, que contaba con la tribuna cubierta y sin pilares más antigua de España, pasó a mejor vida. En el mismo lugar se construyó otro estadio, destinado a acoger partidos de la Copa del Mundo de Fútbol de 1982 y a ser desde entonces el nuevo feudo del Real Oviedo. Se llamó igualmente Carlos Tartiere y fue la casa del conjunto carbayón hasta el año 2000, cuando el equipo comenzó a disputar sus partidos en su actual estadio, sito en el barrio de La Ería.