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En 1934 el Real Oviedo se proclamaba campeón de Asturias

Era la sexta oportunidad en que el equipo carbayón conquistaba el título regional

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Tal día como hoy, un 18 de noviembre, en el año 1934, el Real Oviedo se alzaba con el título de campeón de Asturias por cuarta vez consecutiva y por sexta ocasión desde la creación del club en 1926.

A falta de la disputa de la última jornada, el Real Oviedo ya era campeón tras imponerse al Sporting de Gijón, aquel 18 de noviembre, en el Stadium de Buenavista por el resultado de 4 a 2.

Para afrontar su partido de la penúltima jornada del campeonato asturiano, el Real Oviedo, cuyo entrenador era Emilio Sampere, presentó la siguiente alineación: Oscar, Calichi, Jesusín, Castro, Sirio, Chus, Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita, Emilín.

Al descanso se llegó con el resultado de 2 a 1. Los goles del Real Oviedo fueron marcados por Lángara y por Emilín. En la segunda parte Lángara volvería a hacer un gol, el cual suponía el 3 a 1. Herrerita marcaría el cuarto tanto del equipo carbayón. El partido concluiría con el resultado de 4 a 2.

Con los dos puntos que aportaba la victoria, el Real Oviedo se hacía nuevamente con el campeonato regional, que en esa edición había comenzado como Campeonato Suprarregional Astur-Gallego y había concluido como Campeonato Regional de Asturias.

Y es que después de la tercera jornada del Campeonato Suprarregional Astur-Gallego, el 5 de octubre dieron comienzo los graves disturbios de la conocida como Revolución de Octubre de 1934, lo cual provocó que principalmente en Asturias y en menor medida en Galicia se vivieran unas semanas de ambiente bélico, con el caos instalado en las calles mientras el Ejército combatía la insurrección. Lógicamente, las competiciones deportivas quedaron interrumpidas.

La paralización de la competición durante el mes de octubre hizo que, una vez sofocado el movimiento subversivo, no hubiese fechas suficientes para completar las jornadas que faltaban por jugarse del Campeonato Suprarregional Astur-Gallego antes de que diese comienzo la Liga el primer domingo de diciembre. Ello supuso que se tomase la decisión de disgregar la competición. Quedaron anulados los enfrentamientos habidos entre equipos gallegos y asturianos, a la vez que se daba validez a los ya celebrados entre clubes de la misma región, y con la disputa de los que faltaban por jugar entre equipos de la misma federación, finalmente se completaron dos campeonatos independientes, uno de Galicia y otro de Asturias.

En la fotografía que ilustra este texto se ve a Lángara disputando un balón al guardameta contrario en un lance del partido.