Tal día como pasado mañana, un 12 de enero, en el año 1936, jugaban juntos por última vez Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita y Emilín, la denominada Segunda Delantera Eléctrica del Real Oviedo.
Estos cinco atacantes compusieron la delantera del Real Oviedo que sin duda más gloria ha proporcionado al club carbayón. El debut del Real Oviedo en Primera División, en 1933, constituyó toda una carta de presentación de su potencia realizadora; el conjunto ovetense le endosó un 7-3 al poderoso Barcelona, con tres goles de Lángara, dos de Herrerita y uno de Gallart.
Gracias a la eficacia de dicha delantera, el Real Oviedo fue el segundo equipo que más goles marcó en Primera División tanto en la temporada 1933-34 como en la 1934-35. En la temporada 1935-36 Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita y Emilín se mostraron aún mejor que en las campañas anteriores y el Real Oviedo finalizó como equipo máximo goleador en Primera, con un gol más que el Real Madrid. El Real Oviedo ocupó la tercera posición en la clasificación final de Primera División esa temporada, el mismo puesto que había ocupado la campaña anterior, la 1934-35.
Además, el delantero centro del Real Oviedo, Isidro Lángara, considerado en su época por muchos como el mejor goleador mundial del momento, se proclamó máximo realizador de Primera esas tres campañas; es decir, consecutivamente desde la temporada 1933-34 hasta la 1935-36.
El 12 de enero de 1936, el Real Oviedo recibía al Osasuna en el estadio de Buenavista. La delantera azul estaba compuesta, como era habitual, por Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita y Emilín. Lángara hizo dos goles en ese encuentro. Gallart, Herrerita y Emilín marcaron uno cada uno. De los cinco miembros de la delantera, tan solo se quedó ese día sin anotar Casuco. El equipo carbayón hizo que subiera al marcador el *jorobu*, como bautizó la afición carbayona al número 5. El Real Oviedo se impuso al Osasuna por 5-2. Fue la última ocasión en que esos cinco grandes delanteros oviedistas jugaron juntos.
Diversas circunstancias, principalmente las lesiones, fueron la causa de que no pudiesen volver a coincidir todos ellos sobre el terreno de juego en lo que restaba de temporada. Después, el estallido de la guerra civil española echó por tierra cualquier posibilidad de que la Segunda Delantera Eléctrica del Real Oviedo volviese a reunirse y marcar goles.
