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De verde y sin números

Así jugó el Real Oviedo frente al Celta de Vigo en el estadio de Balaídos en el año 1961

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El Real Oviedo jugó con camiseta verde y sin dorsales el partido de vuelta de la eliminatoria que le enfrentó en el año 1961 al Celta de Vigo por una plaza en Primera División. Sucedió tal día como hoy, un 11 de junio.

Después de vencer en la última jornada del Campeonato Nacional de Liga por 3 goles a 5 al Barcelona en el Camp Nou, el equipo asturiano había evitado el descenso directo, si bien al terminar clasificado en la decimotercera posición se vio obligado a enfrentarse a un equipo de Segunda para conservar su plaza en la máxima categoría del fútbol español.

Su rival en dicha eliminatoria fue el Real Club Celta de Vigo, al que se impuso por 1-0 en el partido de ida, disputado en el estadio Carlos Tartiere de Buenavista. El único gol del encuentro fue marcado por Luis Aragonés.

El partido de vuelta se disputó aquel 11 de junio del año 1961 en el feudo del Celta, el estadio de Balaídos, que registró un lleno histórico. El entrenador de los carbayones Fernando Argila, dispuso una formación con Caldentey, Toni, Marigil, Iguarán, Alarcón, Paquito, Hermes González, Marañón, Ansola, Artabe, Luis.

Cuando el Real Oviedo saltó al campo vistiendo camisetas blancas, Toni llamó la atención del árbitro balear Simó Fiol para indicarle que había un problema por la similitud que tenían con las celestes del equipo vigués. Ante la dificultad que había para distinguirlas, los locales les ofrecieron a los oviedistas unas camisetas de color verde, sin número. El Real Oviedo aceptó proceder al cambio de indumentaria al contar con el visto bueno del colegiado, pese a lo antirreglamentario que era jugar sin número a la espalda. Así fue como el conjunto azul disputó aquel transcendental encuentro vestido de verde.

En lo futbolístico, en la primera parte el conjunto oviedista mostró una gran superioridad sobre el equipo local, que se tradujo en la consecución de dos goles. El primero fue obra de Ansola en el minuto veintitrés a pase de Paquito. Y el segundo, anotado por Artabe de certero cabezazo tras un centro de Hermes González, que culminaba una brillante jugada personal cuando se jugaba el minuto treinta y siete.

Con el 0-2 que campeaba en el marcador al descanso, más el gol del partido de ida, a falta de jugar los últimos cuarenta y cinco minutos todo hacía presagiar que la permanencia en 1.ª División no peligraba para los de la Capital del Principado, quienes además habían hecho méritos para tener un resultado más abultado.

Pero en la reanudación los celtiñas se hicieron con el control del partido y anotaron dos goles, marcados por Tucho en el minuto sesenta y uno y por Pais con la colaboración de Caldentey en el setenta y dos. Ambos tantos pusieron contra las cuerdas a los asturianos, que reclamaron sin éxito una pena máxima por un derribo a Artabe cuando estaba en una posición franca para marcar.

 Los últimos minutos fueron de gran agobio, con el Celta creando ocasiones para, al menos, marcar un tercer tanto que forzase la celebración de un encuentro de desempate, pues no tenían valor extra los goles anotados a domicilio. Incluso Marigil, al despejar defectuosamente un balón, lo estrelló en el poste de su portería.

Con gran sufrimiento, al final el choque concluyó sin que se moviese más el tanteador, con lo que el Real Oviedo pudo conservar la categoría.

La imagen de prensa que ilustra este artículo muestra a Artabe y a Marigil al término del partido, con las camisetas verdes sin número con las que disputaron el encuentro.

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