Punto muy trabajado y sufrido el que logró esta tarde el Real Oviedo en la localidad vizcaína de Lemona. Lo hablado durante la semana, dentro y fuera del vestuario, se ejecutó a la perfección y el resultado fue un partido como se esperaba y un punto más a nuestra cuenta.
Lo primero que respondió no sólo a lo esperado, sino al tópico sobre el fútbol vasco, fue el campo de Arlonagusía. Muy pequeño, hasta el punto de hacer imposible el saque de esquina salvo a pie cambiado. Únicamente había espacio para tomar un leve impulso en el fondo, desde la banda era imposible dar un paso.
El paisaje exterior lo conformaban canteras (Lemona tiene una industria cementera muy fuerte) y en las inmediaciones del campo varios edificios en construcción, incluso en uno de ellos estaban trabajando. Y quienes no hayan trabajado ayer, se encontrarán el lunes con abundancia de balones entre los ladrillos. Muy pequeño el campo de Arlonagusía.
La única grada del campo presentaba media entrada, alrededor de 300 personas, con presencia de seguidores oviedistas, aunque las dos peñas identificadas con pancartas, Oviedín.com y Gijón, optaron por ocupar la zona descubierta.
En la grada cubierta, entre el público, estaban los descartados de esta tarde, Nacho Matador y Darío, además de algún otro ilustre visitante, como Urízar o Iguarán.
Alineaciones:
S.D. Lemona: 1 Zigor, 2 Sanpedro, 3 Gartzen (T.A. 89’), 4 Iosu Iglesias (T.A. 79’), 5 Gorka (T.A. 82’), 6 Otero, 7 Muniozguren (Pastrián 61’), 8 Markel, 9 Gorka Sánchez (Lobera 77’), 10 Parri (Ager Imaz 63’) y 11 Txirri.
Banquillo: 13 Ibai Etxezarraga, 14 Lobera, 15 Pastrián, 16 Ager Imaz y 17 Íñigo Bozas.
Entrenador: Iñaki Alonso.
Real Oviedo: 1 Ponzo, 20 Mora (T.A. 57’), 5 Ricardo, 4 Paul (T.A. 65’), 13 Lusarreta, 7 Jandro (Rubén 71’), 14 Ismael, 2 Zamora, 10 Michu, 9 Cervero (Jon Carrera 84’) y 18 Nacho García (Nacho Rodríguez 75’).
Banquillo: 12 Nacho Rodríguez, 17 Nacho Fradejas, 19 Rubén, 21 Jon Carrera y 22 Rafa (P.S.).
Entrenador: Antonio Rivas.
Árbitro: Rafael Ruiz Bada, auxiliado por Rocío Puente Pino y Juan José Fernández Alonso, del Colegio Cántabro.
La orquesta supo interpretar la partitura a la perfección. Las dimensiones del campo, el césped irregular, el juego del rival y la altura de los jugadores vascos (a destacar el número 7, Muniozguren) hacía necesario ser muy contundentes en defensa y no intentar salir con el balón jugado del área, realizando un juego muy directo.
Para el partido de ayer, Rivas formó una defensa de cuatro (Mora, Ricardo, Paul y Lusarreta), una línea de cuatro centrocampistas (Jandro, Zamora, Ismael y Michu) y Cervero y Nacho García en punta, peleando todos los balones tanto en ataque como para ser la primera línea defensiva.
El juego no era ni mucho menos espectacular, pero lo importante era amarrar puntos y tener la caña preparada para lo que pudiese venir. Y tampoco el Lemona aportaba más argumentos que el juego directo.
No hubo muchas ocasiones de gol, pero la primera aproximación la hizo Jandro al internarse en el área hasta la línea de fondo. Su pase, ya muy forzado, se fue fuera.
La ocasión más clara quizá de todo el partido fue para el Lemona en el minuto 29. Parri, ante Ponzo, recibió un pase desde la izquierda y su remate de cabeza, picado en exceso, salió pegado al palo de la portería oviedista.
Tres minutos más tarde, Nacho García enganchó una fenomenal volea a pase de Mora, pero el balón salió ligeramente desviado.
La jugada polémica de la tarde se produjo en el minuto 35, cuando Nacho García cayó en el área local al intentar un remate. El colegiado no apreció nada y las protestas azules se disolvieron en la lluvia que caía.
En la segunda mitad ambos equipos se mostraron algo más ambiciosos, aunque sin mucha convicción. Ponzo tuvo algunas intervenciones de mérito, especialmente una en el 68, cuando realizó una extraordinaria estirada para enviar por la línea de fondo un lanzamiento lejano de Otero. Y otra en el 84, al sacar una mano providencial cuando un jugador local se disponía a rematar de cabeza en el segundo palo un saque de esquina. En esa jugada, nuestro portero se llevó un golpe en la cara del que tuvo que ser atendido por Barreto y le produjo una inflamación en el pómulo.
El Oviedo aún iba a tener sus ocasiones. La primera, en el minuto 93, cuando Jon Carrera robó un balón en campo visitante y se lanzaba hacia la puerta, pero resbaló y la defensa llegó a despejar.
Y la última, un minuto después, en un tremendo lanzamiento de Michu de volea que entre el portero y el poste se encargaron de neutralizar.
Al final, reparto de puntos que no deja mal sabor de boca.
La plantilla disfrutará hoy de jornada de descanso, reincorporándose a los entrenamientos el lunes en el Requexón.
