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¡Oviedo! ¡Oviedo! ¡Oviedo!

La magia del fútbol. Sólo la magia puede explicar lo que ocurrió ayer al anochecer en Oviedo, en el Estadio Carlos Tartiere. De repente, nos quitamos quince ...

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La magia del fútbol. Sólo la magia puede explicar lo que ocurrió ayer al anochecer en Oviedo, en el Estadio Carlos Tartiere. De repente, nos quitamos quince años de encima y volvimos a disfrutar como niños con Carlos, Jokanovic, Prosinecky, Luis Manuel, Armando, Sañudo… un viaje a un pasado no tan reciente como quisiéramos, pero que nos llenó de satisfacción.
Y al mismo tiempo nos quedamos en el recientísimo pasado de nuestra más triste amargura, la del paso por la Tercera División. Pero una amargura dulce, porque descubrimos un grupo de jugadores y técnicos que pusieron todo de su parte para ayudar a un Club a la deriva que necesitaba compromiso y amor a unos colores. Y lo dieron, ¡vaya si lo dieron! Kily, Manu, Aláez, Luismi, Yoyo… volvieron a su casa para participar con sus compañeros de travesía en el partido más hermoso que se podía ofrecer.
Alrededor de 4.000 espectadores asistieron al gran espectáculo que se vivió en el Tartiere, con emoción, añoranza, goles… con oviedismo por encima de todo. Algo tendrá ese oviedismo cuando es capaz de atraer a todas las figuras de ayer.

Antes del inicio del partido, se reinauguró el busto de Carlos Tartiere, destrozado hace unos meses en un acto vandálico. La escultura se ha instalado ahora en la esquina noroeste del Estadio, junto a la Tienda Oficial, donde podrá ser vista por todos los aficionados.

Y un agradecimiento especial para una persona que siempre colabora con el Real Oviedo sin dudarlo. Enrique Mejuto fue el encargado de arbitrar el partido, ayudado por Hugo Novoa y José Manuel Fernández Miranda. Seguro que se lo pasaron tan bien como el resto del público.
Además, el trío arbitral se encargó del arbitraje de la final del torneo de alevines que se disputó en el descanso. A ella llegaron la Unión Deportiva San Claudio y el Real Oviedo, tras eliminar, respectivamente, a Peña Marigil y Unión Deportiva Llanera. El torneo fue para el Real Oviedo, que venció en la final por 2-0. Y el encargado de entregarlo, Robert Prosinecky. ¡Casi nada!
Un detalle que llamó la atención de los presentes fue la gran cantidad de autógrafos que firmó Quique Mejuto a los chavales, así como las fotos que se hizo con ellos. Cuando el arbitraje está tan denostado, es un orgullo saber que un paisano nuestro es admirado por los jugadores que algún día triunfarán en este asunto de la pelota.

El resultado final del partido fue victoria del equipo de la UEFA por 4-2, aunque el mejor resultado fue ver disfrutar a los aficionados. Goles de bellísima factura, un penalti más que dudoso, otro no pitado… hubo de todo.

El Equipo Real Oviedo U.E.F.A. estuvo dirigido por Tensi y Julio Marigil. Actuaron de inicio Zubeldia, Cristóbal, Sietes, Luis Manuel, Sañudo, Jokanovic, Prosinecky, Bango, Jankovic, Carlos y Armando. En la segunda parte también jugaron Viti, Joaquín, Fermín, Paco, José, Quiroga y Gaspar.

Pedro Luis González fue el encargado de dirigir al Equipo Real Oviedo 3ª División, en el que formaron Ponzo, Kily, Manu, Aláez, Luismi, Cuétara, Jandro, Jon Carrera, Cervero, Michu y Omar, saliendo también Fradejas, Ricardo, Paul, Borja, Nacho Matador, Jito, Yeray, Nacho Rodríguez, Yoyo y Adrián.

La victoria de los veteranos comenzó a gestarse en el minuto 12, en un “derribo” de Luismi a Carlos dentro del área. El propio Carlos fue el encargado de lanzar el penalti, que en primera instancia detuvo Ponzo, aunque un goleador de verdad nunca pierde cara al balón y Carlos estuvo muy atento al rechace para enviar al fondo de la red.

Omar no tardó ni dos minutos en llevar el empate al marcador, al enganchar un fuerte disparo desde la frontal del área al que no pudo llegar un espléndido Zubeldia, que sorprendió a propios y extraños con intervenciones de mérito.

Y quien sorprendió a todos, especialmente a Ponzo, fue Bango, que en el minuto 17 envió sin pensárselo dos veces a puerta. Lo mejor es que lo hizo desde su propio campo, a unos 60 metros de distancia, botando el balón sobre la misma línea de gol y alojándose en las redes del “otro” Real Oviedo. Momentáneo 2-1.
Antes de agotarse los 30 minutos del primer tiempo, Cristóbal envió un balón a la cepa del poste.

La fiesta era total en campo y grada y los que entraron en la segunda parte no quisieron perdérsela. Así, en el 53 Quiroga sube el tercero de los veteranos al marcador, con una vaselina que superó a Yoyo, protagonista tanto en la puerta propia como en la rival. Con el 3-1, el cancerbero azul decidió subir a rematar un saque de esquina, pero el saber hacer de una defensa que asombró en su época dejó el balón a pies de Paco en el centro del terreno, que sobre la línea divisoria de los dos campos envió un balón con mucho efecto que suponía el 4-1. La grada disfrutaba de lo lindo, tanto como jugadores, técnicos, prensa… todo el que estuviese en el Tartiere.

Pero si Zubeldia había encajado un gol, Viti no podía ser menos. En el minuto 57, Nacho Rodríguez consiguió el segundo para los suyos (que también eran los nuestros) en un espléndido remate de cabeza ante el que Viti no pudo hacer nada… aunque hace unos años…

Una fiesta de lujo, un partidazo entre dos equipos de estrellas de verdad que hizo que los ojos de todos, jóvenes y no tanto, se humedeciesen en más de una ocasión, recordando un pasado que es nuestra más firme base para saber que el Real Oviedo, el que estuvo arriba pero también supo estar abajo, cumplirá muchos más que estos 80 años.
¡FELICIDADES A TODOS! ¡HALA OVIEDO!

Pinchando sobre el icono de la cámara fotográfica inferior se pueden ver algunas imágenes del partido. A lo largo del día subiremos más fotos a nuestra web.