Tal día como hoy, un 11 de junio, en el año 1959, el Real Oviedo jugaba en Francia un partido amistoso contra el Limoges FC que servía de marco para la inauguración del alumbrado del estadio de ese equipo.
El estadio lemosín presentaba un lleno total. Entre el público destacaba un nutrido grupo de asturianos residentes en la región y que animaron incansablemente al equipo ovetense durante el partido.
El Limoges, equipo que militaba entonces en la máxima categoría del fútbol francés, afrontó el partido reforzado con dos jugadores del Stade de Reims, mientras que el Real Oviedo presentó la siguiente alineación: Caldentey, Granda, Alarcón, Laurín, Paquito, Casamitjana, Cuervo, Sánchez Lage, Romero, Artabe, Amarilla. En la segunda parte Sánchez ocupó el puesto de Paquito, Lalo jugó en lugar de Sánchez Lage, y Sande remplazó a Amarilla.
El partido finalizó con empate sin goles. Al término del encuentro, los aficionados le brindaron una cerrada ovación a Caldentey por la magnífica actuación que había tenido el guardameta oviedista.
Al día siguiente, viernes, a las siete y media de la mañana la expedición del Real Oviedo emprendió viaje de regreso por carretera hacia la capital del Principado de Asturias. Tras almorzar en Burdeos, pernoctó en San Sebastián. El sábado, a las ocho de la mañana, la expedición oviedista se subió de nuevo a su autocar para afrontar la última etapa del viaje hacia Oviedo, adonde llegaría a las ocho y media de la tarde de ese día.
ES
