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ES
PRIMER EQUIPO

Empate a poco

El partido, con un ambiente espectacular y más de 22.000 aficionados en las gradas, tuvo pocas ocasiones y terminó sin goles

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Con aficionados del Sporting finalmente en las gradas del Tartiere, el derby se jugaba en el estadio ovetense con un espectacular ambiente, a la altura de la afición oviedista. En la previa y en el inicio del encuentro el protagonismo absoluto fue para los aficionados del Real Oviedo, ondeando sus banderas para enmarcar un precioso tifo digno de las grandes ocasiones.

En los primeros minutos poco o nada se jugó al fútbol. Ambos equipos buscaban contrarrestar al rival, y las únicas llegadas fueron de los de Javi Rozada, que apostó por Riki en el once titular. Ortuño tuvo la más clara, en un control y giro en el área, rematando al primer palo en un disparo que despejó la defensa a córner. Champagne intervino para tocar lo justo un disparo cruzado, desde la derecha, y a la contra, que terminó también en saque de esquina. Lo demás fueron faltas, intensidad, y poco más peligro por parte de cualquiera de los dos equipos. 

En la segunda mitad comenzó a llover, y el estado del césped empeoró. El Sporting aumentó la intensidad, y al Real Oviedo le costaba atacar. Salieron Omar e Ibra desde el banquillo, y a pesar de que lo intentó el conjunto oviedista y tuvo alguna opción a balón parado, también el equipo gijonés que vió anulado un gol en fuera de juego. Poco más, para un empate sin goles en el Tartiere, tras dos victorias en los dos últimos derbis en el estadio ovetense, que a la afición azul le supo a poco.