El joven Miguel Larraínzar Casero, en nombre de su abuelo, Ricardo Larraínzar Zaballa, ha donado al Área de Patrimonio Histórico del Real Oviedo una bandeja de la Federación Argelina de Fútbol elaborada especialmente con motivo de la Copa del Mundo de 1982.
Oviedo fue una de las sedes de aquel campeonato del mundo, en el que Argelia, Chile y Austria disputaron partidos en el estadio Carlos Tartiere de Buenavista. Una vez finalizada su competición en Oviedo, representantes de la Federación Argelina de Fútbol le regalaron a Ricardo Larraínzar, gobernador civil de Oviedo, una bandeja metálica de gran tamaño.
Cuarenta años después de aquello, ha sido su nieto Miguel, abonado del Real Oviedo desde su nacimiento, quien ha llevado aquella bandeja argelina al Carlos Tartiere, acompañado de su hermana, Marina; su padre, Enrique Larraínzar; y su abuelo, Adolfo Casero, quien le ha inculcado a su nieto su gran oviedismo.
La bandeja tiene inscrito en árabe y en francés el nombre de la Federación Argelina de Fútbol, así como España-82.
