Wences, que ha realizado numerosas funciones en el Real Oviedo y hasta estuvo empadronado en el Carlos Tartiere, recibió ayer un homenaje en el estadio carbayón, al descanso del encuentro disputado ante el Córdoba.
Wenceslao Blanco Ramírez, al que casi todo el mundo conoce como Wences, vino al mundo en Oviedo el 12 de junio de 1934. Gran aficionado al Real Oviedo desde su infancia, se hizo abonado del club en 1954. Su relación con el club se intensificó en los años sesenta, cuando comenzó a ejercer de delegado de los equipos juveniles.
Posteriormente ejerció como portero en las puertas de acceso al Carlos Tartiere, en Buenavista. y tiempo después llegó a ser jefe del personal del estadio.
Wences estuvo incluso, como reza una canción oviedista, empadronado en el Carlos Tartiere, puesto que al final de la década de los ochenta se fue a vivir al estadio, donde ejercía de conserje y donde se encargaba de la gestión del personal, de la lavandería, etc. hasta su jubilación en 1999.
Ayer al mediodía, presenció el partido de su Real Oviedo en el palco de honor del Tartiere, departió con viejos amigos y conocidos, recibió de manos del presidente del club, Jorge Menéndez Vallina, una camiseta con su nombre y su número preferido, y disfrutó con el triunfo de su equipo del alma.
ES
