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Se cumplen 106 años del nacimiento de Lángara

Es el mejor goleador español de todos los tiempos, según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol

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Tal día como hoy, un 15 de mayo, en el año 1912, venía al mundo en la localidad de Pasajes Ancho, en Guipúzcoa, Isidro Lángara Galarraga, quien sería la figura de mayor renombre internacional del Real Oviedo y se convertiría en el mejor goleador español de todos los tiempos.

Nacido en el seno de una modesta familia y huérfano de padre desde los 13 años de edad, tuvo que ponerse a trabajar muy joven para poder salir adelante con su madre y sus hermanos. En su tiempo libre jugaba al fútbol y comenzó rápidamente a destacar por sus aptitudes para este deporte en humildes clubes guipuzcoanos.

Cuando contaba 18 años de edad, su fichaje por el Real Oviedo el 1 de diciembre de 1930 significó una gran ayuda para su madre, Doña María, a quien le costó trabajo comprender que a su hijo le pagasen una muy respetable cantidad de dinero por jugar al fútbol.

Desde el primer entrenamiento con el Real Oviedo asombró a todo el mundo por su increíble potencia de disparo. Su gran habilidad goleadora en los partidos pronto pasó a definirle como futbolista.

En la temporada 1931-32 ya se proclamó máximo goleador de Segunda División. En la campaña siguiente fue pieza clave en el primer ascenso del Real Oviedo a Primera División. En sus tres primeras temporadas en la división de oro del fútbol español (1933-34, 1934-35, 1935-36), defendiendo la camiseta del equipo carbayón, se proclamó máximo goleador de la categoría. Ningún jugador había conseguido hasta entonces hilvanar consecutivamente tres lideratos de goleo en dicha categoría.

La guerra civil española (1936-39) le impidió continuar proclamándose en más ocasiones máximo goleador de la liga en España; tuvo que marcharse a Hispanoamérica. En la primera división argentina también se coronó máximo goleador, igual que haría después en la máxima categoría del balompié mexicano en dos temporadas. Así, fue el primer jugador que se proclamó máximo goleador en la primera división de tres países. Tras él, y hasta hoy, solo lo han conseguido Di Stéfano, Romario y Van Nistelrooy.

A él le corresponde aún a día de hoy el mejor promedio goleador de la primera división española, 1,16 tantos por partido. Lángara es el único que ha encadenado consecutivamente tres *hat-tricks* en tres partidos en la máxima categoría del fútbol español. Nadie ha marcado tantos goles como él en un encuentro oficial de la selección española, 5. Es el jugador que menos partidos ha necesitado, solo 81, para alcanzar los 100 goles en la primera división española. Debido a la Guerra Civil, solo pudo jugar 12 encuentros oficiales con la selección española, pero en ellos dejó patente su prestigio al marcar nada menos que 17 goles, lo que supone un impresionante promedio de 1,42 tantos por partido. Por su gran capacidad goleadora, en su época fue considerado el mejor delantero centro del mundo.

Tras su etapa hispanoamericana debido a la guerra civil española, Lángara regresó a su Real Oviedo en 1946, lo que significó todo un acontecimiento. A pesar de sus 34 años de edad, aún ofreció tardes de gloria a los aficionados oviedistas realizando lo que mejor sabía hacer en el campo, marcar goles. En el Real Oviedo disputó 193 partidos oficiales, en los que marcó la asombrosa cantidad de 257 goles.

El pasado mes de noviembre, la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS, por sus siglas en inglés) publicó la lista de los 25 mejores goleadores de primera división de todo el mundo y de todos los tiempos. Lángara es el único español que aparece entre los mejores artilleros de la historia.

Una vez retirado como futbolista en el Real Oviedo, regresó a vivir a México. Cada vez que venía a España, nunca faltaba su visita a Oviedo para pasar unos días en compañía de los innumerables amigos que tenía en la  capital de Asturias. Durante esas visitas, en varias ocasiones realizó el saque de honor en el estadio Carlos Tartiere.

Los últimos años de Lángara transcurrieron plácidamente en compañía de su familia en la localidad guipuzcoana de Andoáin. Falleció, a los 80 años de edad, el 21 de agosto de 1992.

Desde el 15 de mayo de 2016, la calle en donde se encuentra el estadio del Real Oviedo lleva el nombre de Isidro Lángara Galarraga en honor de quien tanto hizo por el club carbayón, cuya imagen proyectó con singular brillantez al mundo.