El portero del Real Oviedo Rubén Miño ha pasado por la sala de prensa tras el entrenamiento del primer equipo en las Instalaciones Deportivas de El Requexón.
El guardameta del conjunto azul ha valorado el sentir del vestuario tras el encuentro de ayer frente al Leganés: “estamos tocados, fue duro. Creo que lo dimos todo pero no nos dio para conseguir la victoria. Una vez que pitó el árbitro, pensamos en el siguiente partido. Tenemos ilusión por llegar allí, hacer un buen partido y ganar. Ese es el objetivo ahora mismo”
El Real Oviedo se enfrenta el domingo desde las 20:00 horas al Real Zaragoza en La Romareda, un encuentro del que el catalán señala que “tenemos que salir a por el encuentro, controlar el juego y hacer más que el rival para merecer ganar”. Además, Rubén Miño asegura que “viene bien jugar pronto, ya que cuando pierdes solo quieres que llegue ya el partido para darle la vuelta. El equipo está convencido, y quien juegue va a darlo todo para ganar”.
Sobre el encuentro de ayer frente al Leganés, el catalán reconoce que “no encuentro una explicación lógica. En momentos determinantes nos faltó acierto, eso es una realidad. Tenemos que darle la vuelta a esto con trabajo y haciendo las cosas bien en el campo. Tenemos 48 horas para analizar, hicimos cosas mal. No supimos imponernos, no tuvimos la cabeza fría y tiramos de corazón, pero no valió”. Además, Rubén Miño señala que “parece que todo está perdido, pero eso va a ser una baza a nuestro favor. Jugamos contra un rival que está como nosotros y en su campo, eso puede ser favorable”.
Pese a la derrota, el guardameta del Real Oviedo reconoce que el equipo todavía tiene posibilidades de seguir en la lucha por los puestos de promoción: “dependemos de nosotros mismos y nos aferramos a eso. Desde que pitó el árbitro el final estaba seguro de que íbamos a tener una última bala. El grupo tiene que creer, hay que pensar que es posible. Tenemos que ir a Zaragoza a ganar para meternos arriba”.
Finalmente, sobre el ambiente que se vivió ayer en el Carlos Tartiere, Rubén Miño entiende que “es normal que haya ese ambiente tras haber tenido ese colchón, es fútbol. Nosotros damos lo máximo y así lo vamos hacer hasta el final”, sentenció el catalán.
