El Real Oviedo encajó una dolorosa derrota en Riazor en uno de los mayores desplazamientos de su afición en la temporada.
El equipo, con varios cambios en el once con respecto a la última jornada, y la entrada de Alanís y Christian en detrimento de Javi Hernández y Mossa, además de Javi Muñoz en el centro del campo, comenzó bien plantado el encuentro. Los primeros compases del partido fueron de dominio oviedista, y la primera ocasión clara también, en un triple remate primero de Joselu, y después en sendos rechaces, que despejaron el portero y la defensa. Bárcenas lanzaba una falta y despejaba de nuevo la zaga del conjunto gallego. En el primer córner en contra llegaba el gol, con remate de Domingo Duarte. A partir de entonces el Real Oviedo siguió con el control del juego pero sin demasiadas llegadas, hasta el descanso.
En la segunda la más clara la tuvo Joselu de nuevo cabeceando un lanzamiento de falta que se marchó rozando el segundo palo. Probó suerte Bárcenas desde la frontal, y su disparo lo atajó el meta local. Poco después marcaba el Dépor el segundo, en una contra que sentenciaba Quique. Y de ese golpe no se recompuso el Real Oviedo. Llegaba el tercero, de Carlos Fernández, y el cuarto de nuevo de Quique. Ni los cambios hicieron reaccionar a los oviedistas, que encajaron el enfado de su afición al final del encuentro.
El próximo entrenamiento será el lunes, a las 18:00 horas en El Requexón.
