El defensa del Real Oviedo Christian Fernández comparecía esta mañana en sala de prensa, al término del entrenamiento, explicando que "el equipo está fastidiado por el último resultado y sobre todo concienciados en asumir los errores colectivos, para poder afrontar esta semana con la mayor garantía, como en lo que llevamos de año, para reencontrarnos con la victoria y lograr esos cincuenta puntos que después veremos lo que nos depare, de aquí al final".
Para el cántabro la reflexión de Mallorca es que "perdimos en una jugada a balón parado, que habíamos trabajado durante la semana, y nos costó un partido por un detalle que está en nuestra mano subsanar. Lo demás son momentos, puede haberlos malos pero no creo que sea la tónica de aquí en adelante". Además, para Christian "es muy difícil mantener una línea durante tantos meses de competición. Indudablemente son momentos, y lo que no podemos perder es la identidad. En Mallorca quizá la perdimos un poco, pero no me parece que sea para valorar una falta de regularidad cuando hemos mantenido la misma línea en todos los campos desde comienzos de año".
Viene al Tartiere el Nàstic de Tarragona, y el defensa recuerda que "habría que preguntarle al Albacete, que perdió en el último minuto contra ellos la semana pasada. Insistís en diferenciar a los equipos de abajo de los de arriba, y creo que no existe. Hay mucha mayor igualdad que lo que marca la tabla clasificatoria, no va a ser un partido fácil ni de goleada y el que lo piense que no venga a Tartiere. Vamos a sufrir, lo vamos a pasar mal, pero trataremos de ser ese equipo que hemos sido durante muchas fases de este año, ese es nuestro objetivo. Luego el resultado será la consecuencia de hacer muchas cosas bien, y de que los detalles seamos capaces de controlarlos".
Del rival, dice Christian, "viene necesitado y herido, y tienen que saber que vienen a un Tartiere en el que está un equipo que también necesita ganar. Las jugadas a balón parado nos han costado seis puntos en los dos últimos partidos, y el golaverage que teníamos contra el Mallorca. Si nosotros somos ese equipo que he dicho, somos uno más, no tenemos una cantidad de individualidades tremendas para definir un partido, pero la fortaleza de este equipo reside en el colectivo, y ahí es donde no podemos perder la identidad de equipo intenso, incómodo, agresivo, que te defina el rival como ese equipo feo y asqueroso contra el que nadie quiere jugar. Esa tiene que ser nuestra identidad de aquí al final", sentenciaba.
