El 19 de septiembre de 1991 el Real Oviedo jugó por primera vez en la Copa de la UEFA, en el estadio Carlos Tartiere, en medio de un gran ambiente, frente al equipo italiano del Génova.
El estadio ovetense presentaba aquel día una espectacular entrada, con la presencia de unos 6 000 italianos llegados desde Génova; muchos de ellos en alguno de los 42 vuelos que unieron Liguria con Asturias en las horas previas al partido.
Con sus banderas y sus cánticos preparados, los aficionados italianos se pasearon por Oviedo, algunos ya desde la jornada anterior al partido, y disfrutaron del ambiente de las fiestas de San Mateo sin que produjese ni el más mínimo incidente.
El entrenador del Real Oviedo, Javier Irureta, alineó inicialmente el partido a Viti, Zúñiga, Gorriarán, Luis Manuel, Jerkan, Elcacho, Vinyals, Berto, Bango, Carlos, Lacatus. En la segunda parte Paco sustituiría Bango y Jankovic ocuparía el lugar de Lacatus.
El Génova, entrenado por Osvaldo Bagnoli, formó con Braglia, Torrente, Ferroni, Signorini, Caricola, Eranio, Bortolazzi, Onorati, Ruotolo, Aguilera y Skuhravy. Fiorin y Paccioni sustituirían respectivamente a Ruotolo y Ferroni en la segunda parte.
El partido, correspondiente a los treintaidosavos de final de la Copa de la UEFA, fue arbitrado por el sueco Erik Fredriksson. A los 41 minutos de partido, Bango, tras un rechace, marcó el único gol del encuentro.
El partido de vuelta, disputado en el estadio Luigi Ferraris, en Génova, con una actuación muy polémica del áribitro alemán Aron Schmidhuber, finalizó con 3-1 para el conjunto ligur, que logró el pase a la siguiente ronda de la competición.
ES
